Mientras en el Congreso se tramita con suma urgencia una nueva ley que regule con mayor acuciosidad el funcionamiento de Uber y el resto de las aplicaciones de transporte privado de pasajeros, el Servicio de Impuestos Internos intensificó su fiscalización.

De acuerdo a Financiero el ente fiscalizador ofició a los bancos para obtener antecedentes sobre los traspasos de dinero que hace la filial chilena a su casa matriz en Holanda.

Esto, con el interés de definir la tributación que afecta a la compañía.

Además, el SII indaga con interés las declaraciones de rentas de los conductores que utilizan la aplicación.

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