Cada vez que en la Democracia Cristiana recuerdan el camino para terminar apoyando a Michelle Bachelet en 2013 el tono cambia, y el rostro se pone serio. Se trata de un recuerdo traumático para el partido: luego de haber perdido la primaria, obteniendo un tercer lugar con Claudio Orrego, la falange quedó con casi nulo poder negociador para la definición del programa de gobierno.

En ese contexto, hoy, el discurso que se ha instalado en el partido es uno solo: insistir en la opción de un candidato presidencial de la DC. Ello, pese a no tener ninguna figura bien posicionada y competitiva.

El golpe que dio Ricardo Lagos Escobar el miércoles con la salida de Máximo Pacheco del gabinete para asumir como su generalísimo fue resentido en la DC, que abiertamente cuestionó al gobierno no sólo por dejar partir a uno de sus ministros más exitosos, sino por lo que califican, en voz de sus vicepresidentes Sergio Espejo y Matías Walker, como la notificación de que Lagos es el candidato de La Moneda.

Candidato real

La partida de Pacheco generó un golpe mediático que trasciende a la Nueva Mayoría. Pero en la DC también genera un profundo efecto. Y es que el ex ministro es un socialista, pero atípico. Su padre, homónimo, es uno de los referentes de la falange, lo que le genera simpatía con la colectividad. A ello se suma que es consuegro del senador Jorge Pizarro.

Pacheco es un socialdemócrata”, relata un cercano a Lagos para definir las características del nuevo hombre fuerte del laguismo. Se trata de un concepto que impulsan en el entorno del ex Mandatario para explicar el modelo que se busca, algo similar a la socialdemocracia moderna de Europa.

Como sea, en la DC toman nota de que el proyecto Lagos va en serio. “Lo de Pacheco es la confirmación de que Lagos es un candidato real y eso el partido debe saberlo”, dicen un parlamentario falangista.

“Para los que están pensando en un candidato propio, con esto Lagos les ratifica que quiere competir”, dice un cercano al ex Presidente.

En la falange reconocen que la jugada de Lagos acelera plazos, sobre todo al mostrar la conformación de un equipo de colaboradores liderado por Pacheco -en el que incluyó al arquitecto Iván Poduje, la cientista política Gloria de la Fuente, el economista Dante Contreras y el abogado Enrique Rajevic-, pero se resisten a modificar calendarios.

“Tenemos un itinerario fijado para una Junta Nacional y no nos parece adecuado que esto se venga a alterar. Los tiempos son de cada partido”, sostuvo la vicepresidenta de la DC, Yasna Provoste.

Elevar precio

En este escenario, mantener viva la idea o el discurso de que la DC tenga un candidato de sus propias filas no sólo sirve como poder negociador, sino que además marca la pauta de cara a las elecciones internas del partido, donde la actual timonel, Carolina Goic, apuesta a reelegirse.

Previo a ello, los primeros días de diciembre, se realizarán elecciones territoriales de la DC, donde se define la composición de la Junta Nacional, que debe zanjar la candidatura presidencial.

Hoy día la opción de concursar en una primaria en la Nueva Mayoría es la que tiene menos fuerza. Otros, sin embargo, toman distancia. Un senador plantea que ir directamente a una primera vuelta “sería un harakiri, una locura”.

Mantener la estrategia de un candidato propio es un camino para mantenerse con vida, señalan varios personeros de la colectividad. “La única forma de hacerte respetar es con un candidato propio”, explica un parlamentario, quien asegura que esa es la única forma de incidir en el programa.

“La conversación con Lagos no puede ser la misma que la DC tuvo el 2013 con Bachelet”, sostiene otra fuente partidaria, que apuesta a que se fijen condiciones altas para endosar un respaldo al ex Presidente.

Sin embargo, Lagos genera apoyos al interior de la falange. El diputado Roberto León, por ejemplo, sincera que, a su juicio, “la Junta Nacional va a decidir cuál es la opción presidencial de la DC y, viendo cómo está el escenario hoy día y cómo se está aclarando el panorama, yo soy un convencido que la DC va a llegar sin un liderazgo propio a esa Junta Nacional y con dos liderazgos como el del Presidente Ricardo Lagos y el senador Alejandro Guillier”.

El parlamentario remarca su argumento y añade que “ya hay personas que han tomado y hemos tomado posición por alguno de los dos, como en el caso mío, por el Presidente Lagos”.

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