Una familia británica llevaba viviendo en una casa en la ciudad de Mcclesfield unos cinco meses y nunca nadie les advirtió que en su ático había algo que, en cualquier momento, podría ser peligroso para ellos. Se dieron cuenta solos, al pasar por una puerta desconocida que daba a la mansarda, que en ese hogar no sólo vivían ellos.

Encontraron, entonces, tres gigantes nidos de avispas pegados en el entretecho, lo que evidentemente les causó pánico por las posibilidades de ser invadidos por miles de estos insectos.

"Habíamos estado aquí cinco meses, ninguno de nosotros había estado allí, ya que es a través de un pequeño agujero (la entrada) y no sabíamos que podíamos entrar por allí donde lo hicimos. Fue un poco impactante, había tres nidos que eran al menos del tamaño de una pelota gigante y ocupaban gran parte de la habitación, porque era bien estrecha", explicó Eva Ault, hija de la familia, a The Sun. 

La chica asegura que ni los dueños anteriores ni los agentes inmobiliarios advirtieron de la situación. No sabían qué hacer, preguntaron a un servicio antiplagas y cobraban mucho. Según dice The Sun, al final fueron "valientes" y se adentraron a quitar con sus propias manos los nidos. Por suerte, solo encontraron insectos muertos. 

"Lo más probable es que fuera un hogar en el que las avispas vivieron y luego se mudaron. Podríamos haber pagado mucho para que los trasladaran profesionalmente, pero mi madre y mi hermana entraron y lo trasladaron", concluyó.

 

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