La marihuana es una de las drogas más populares desde hace años, ya que su efecto, para muchas personas, es placentero. De hecho, también se ocupa en tratamientos médicos para aliviar el dolor. 

Esta droga proviene de las plantas Cannabis sativa Cannabis indica, y que el componente activo que hace que sea una sustancia psicoactiva es el THC (delta-9-tetrahidrocannabinol). 

Sin embargo, durante las últimas décadas se ha debatido e investigado mucho sobre su impacto positivo en algunas condiciones de salud. Además de tener a su cargo una serie de mitos y verdades.

Mitos y verdades de la marihuana

¿Muere alguien consumiendo marihuana?

El consumo de marihuana puede limitar notablemente el juicio y la capacidad motriz de una persona. Por ello, consumirla antes de conducir, o de realizar cualquier otra actividad que requiera una especial concentración, va a aumentar el riesgo de accidente, que puede llegar a ser mortal. Sin embargo, muchos científicos creen que el riesgo de morir como consecuencia del consumo de marihuana es realmente bajo.

Existen varios estudios que han relacionado muertes inesperadas con complicaciones de salud derivadas del consumo de marihuana, especialmente en relación a paradas cardiovasculares mortales (después de excluir otras posibles causas), y a una deshidratación extrema como consecuencia del síndrome de hiperémesis cannabinoide.

Riesgos del consumo de marihuana

El efecto más inmediato del consumo de marihuana es la depresión de la actividad cerebral, en la que se entra en un estado de somnolencia con ideas inconexas e incontrolables. También puede aparecer un efecto psicodélico que altera la percepción del tiempo, del espacio, de los colores,... Generalmente, alivia la tensión y proporciona una sensación de bienestar y euforia, y puede parecer que “merece la pena consumir marihuana”, pero también pueden aparecer sensaciones de ansiedad, pánico o paranoia, sobre todo en personas que no han consumido anteriormente, o desencadenar una psicosis en personas con esquizofrenia, así que no todos los efectos son positivos.

Además, los consumidores habituales pueden desarrollar problemas respiratorios (tos, sibilancias, bronquitis, aumento de flemas) y gastrointestinales (dolor abdominal y síndrome de vómitos cíclicos). Pero eso no es todo, hay estudios que conducen a pensar que las personas que comienzan a consumir marihuana en la adolescencia pueden padecer deterioro cognitivo y alteraciones cerebrales.

Síndrome de hiperemesis cannabinoide

Éste síndrome es común en consumidores habituales de marihuana que llevan mucho tiempo consumiendo. Cursa con crisis alternas de vómitos severos, náuseas y dolor abdominal que suelen remitir a las 48h. Estos vómitos excesivos pueden provocar deshidratación, que en ocasiones puede ser bastante peligrosa. Las personas que desarrollan este síndrome dicen que las duchas calientes proporcionan cierto alivio temporal de los síntomas.

Este síndrome se puede tratar con hidratación y medicación contra las náuseas, para evitar los peligros de una deshidratación, aunque también es conveniente interrumpir el consumo de marihuana durante un tiempo para evitar la reaparición de síntomas.

Psicosis aguda

Se llama psicosis aguda a un episodio puntual, que se resuelve en un corto periodo de tiempo, en el que una persona pierde contacto con la realidad y comienza a tener un comportamiento inusual. Suele estar ligada a un suceso traumático o de mucha tensión, al consumo de tóxicos, como el cannabis, o a una abstinencia repentina tras un consumo prolongado de algún tipo de tóxico. La persona afectada puede experimentar trastornos del estado de ánimo, alucinaciones (ver o escuchar cosas que no existen) y delirios (tener falsas creencias sobre la realidad).

Problemas cardiovasculares

Hasta el momento, se ha demostrado que el consumo de marihuana hace que el corazón lata más rápido, y que aumente la presión arterial de una persona inmediatamente después de su consumo. Esto no tiene por qué ser un problema, ya que es algo puntual limitado en el tiempo, pero si el consumo es repetido durante mucho tiempo, puede acarrear problemas cardiovasculares.

En resumen, la investigación sobre si la marihuana puede causar la muerte es limitada, aunque todo apunta a que puede ocurrir, pero muy excepcionalmente.

Cabe destacar que no existe una cantidad “segura” que se pueda consumir para evitar este tipo de problemas, ya que los episodios psicóticos pueden aparecer tras un tiempo consumiendo cannabis o tras la primera vez que se prueba, es una lotería. Por ello, aún estamos lejos de considerar la marihuana como una sustancia inofensiva.

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