Uno de los grandes miedos al viajar es equivocarte de avión y terminar en otro lugar muy lejos de tu destino. Esto le sucedió a Samuel Jankowsky, quién ingresó a un avión con destino a Alemania. Se llevaría una enorme sorpresa. 

Desde el inicio del viaje, el hombre de 29 años notó solo un detalle que le llamó la atención: el avión era demasiado grande para un vuelo tan corto. Sin embargo, Samuel hizo caso omiso a esto y se dispuso a tomar una reponedora siesta. 

Cuando el vuelo llegó a destino Samuel no lo podía creer, había llegado a Las Vegas y lejos de cumplirse el estereotipo (llegar por accidente y pasar la mejor semana de tu vida), al británico lo trataron como a un criminal, e incluso lo encerraron unas horas para registrar su identidad y todas sus pertenencias. 

Estuvo dos días más en la cuidad esperando volver y al regresar le conto su historia a su mujer quien se encuentra esperando un bebé. Ella rompió en risas durante 10 minutos. 

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