¿Cómo ven el mundo las libélulas a través de sus 30.000 unidades oculares? ¿Y las abejas, con sus pequeños ojos en la frente y a los lados de la cabeza? ¿Y las arañas, con sus ocho ojos?

La respuesta ya está a nuestro alcance, gracias a una aplicación móvil que ha creado un equipo de científicos en España.

Se trata de un software desarrollado por la Estación Experimental de Zonas Áridas de Almería, un organismo que pertenece al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que analiza la interacción de los animales en el entorno que les rodea.

El programa informático, llamado ToBeeView, permite calcular la cantidad de información que reciben diferentes especies de insectos cuando miran lo que tienen a su alrededor y recrearlo para que podamos compararlo con nuestra propia visión del mundo.

Así, pudieron analizar cómo ven las cosas a diferentes distancias, teniendo en cuenta la capacidad sensorial de los animales.

Por ejemplo, sabemos que las libélulas -uno de los insectos voladores con mejores capacidades de caza- más que ver, sienten, percibiendo las imágenes con un rango completo de hasta 360 grados.

Cada una de sus miles de células oculares es capaz de ver justo lo que tiene en frente.

Las libélulas tienen unos ojos "compuestos" formados por unas 30.000 unidades oculares.

Y las arañas tienen cuatro pares de ojos.

"Hace 50 años muchos trabajos en ecología y evolución asumían que lo que perciben los animales era similar a lo que vemos nosotros, pero sabemos que esto no es así", dijo Miguel Ángel Rodríguez-Gironés, uno de los investigadores a cargo de la iniciativa, cuyo trabajo fue publicado en la revista científica Ecology and Evolution.

"Hemos desarrollado una herramienta que permite una aproximación sobre qué ven algunos animales y así poder estudiar mejor cómo se comportan y por qué lo hacen de una determinada manera en cada situación", agregó el especialista.

El software está disponible con código libre y abierto en GitHub, una plataforma digital para alojar proyectos informáticos.

"El programa simula las imágenes retinianas de escenas visuales en ojos compuestos y extrae, a partir de una fotografía digital, la aproximación de una imagen formada en el ojo del animal, teniendo en cuenta su estructura", señalan desde GitHub.

A la izquierda, una araña cangrejo vista por un humano. A la derecha, como la percibe una abeja.

Entre otras variables, los científicos analizaron la distribución, separación, homogeneidad y dispersión en la retina de los diferentes insectos para saber cuánta luz llega al ojo del animal desde diferentes direcciones y los colores que son capaces de percibir.

Los humanos vemos el mundo de manera diferente, sobre todo en lo que respecta al campo visual y a los colores.

Por ejemplo, no todas las especies perciben la luz ultravioleta de la misma forma. Los insectos tienen un rango azul y verde, mientras que los pájaros ven otros colores.

¿Araña u hormiga?

Los científicos tuvieron en cuenta la luz y la distancia, y también la estructura de la retina de cada insecto.

El desarrollo de la aplicación nació de las investigaciones sobre un tipo de araña que logró un mimetismo singular con una especie de hormiga.

De hecho, lo hizo tan bien que para no confundirlas es necesario estudiarlas muy de cerca.

"Los científicos partían de la hipótesis de que algunas especies se habían desarrollado más que otras para adaptar su visibilidad ante presas o depredadores", explican desde el Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC).

Las arañas llegan a pasar desapercibidas ante sus depredadores, lo cual interesó mucho a los expertos, que después quisieron aplicar el software a otras especies, realizando experimentos en abejas y pájaros.

"La herramienta puede utilizarse para determinar la precisión visual de las especies y será especialmente útil para estudiar procesos en los cuales la detección de objetos y su identificación sea importante, como exhibiciones, camuflajes y mimetismo", explican sus creadores.

El próximo objetivo de los científicos es continuar mejorando y ampliando la información extraída para tener una idea cada vez más exacta sobre cómo ven el mundo los animales.

El proyecto surgió de la enorme capacidad de las arañas para mimetizarse con su entorno.

 

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