Debieron pasar 50 años y experimentar una pandemia para que un par de hermanas lograran reencontrarse de la forma más increíble.

Se trata de la historia de Doris Crippen y Bev Boro, un par de hermanas residentes de Nebraska, Estados Unidos, que comparten el mismo padre; pero que tuvieron crianzas completamente distitnas.

Crippen fue criada por su madre y su padrastro, mientras que Boro fue dejada en el sistema de acogida de menores de edad y fue adoptada cuando era una bebé.

A los 20 años, Doris Crippen vio por última vez a su hermana, quien tenía seis meses; según consigna People.

Pasaron los años y ambas hicieron su vida, pero las coincidencias las llevarona reencontrarse.

Crippen ya tiene 73 años y sufrió una caída al interior de su departamento en Omaha; debió ser ayudada por su hijo Chad, quien la trasladó rápidamente al hospital.

Ahí se constató la fractura de su brazo y, además, dio positivo para un testeo por COVID-19.

El reencuentro inesperado

Pasó más de un mes en el hospital, se recuperó y fue enviada a un centro de rehabilitación; donde se encontró con su hermana perdida, Bev Boro, quien ha trabajado en el lugar por más de 20 años.

"Vi su nombre en la pizarra y no podía creerlo (...) estaba como: 'Oh, Dios mío... Creo que es mi hermana'", dijo Boro.

Por lo mismo, dedidió escribir el nombre de su difunto padre en una pizarra y Crippen se dio cuenta que era el mismo.

Ahí pensó que era su hermana. "Casi me caigo de la silla y me eché a llorar (...) nunca pensé que la encontraría. No pude dormir esa noche, estaba tan feliz", manifestó.

Tras reencontrarse, Boro le presentó sus cuatro hermanos a Crippen y ya planean realizar un encuentro con sus nietos e hijos.

"Es maravilloso (...) al final, ya no tenemos que buscarnos. El viaje ha terminado", cerró.

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