El pasado viernes un novio falleció segundos antes de que su futura esposa llegara a su lado en el altar.

El incidente ocurrió en Reino Unido, donde Paul Wynn (57) esperaba con impaciencia su boda con “el amor de su vida”, Alison Wynn de 38 años, con quien había convivido 21 años.

Alison explicó que se demoró diez minutos más en entrar a la ceremonia porque había olvidado su ramo de flores, por lo que esperó a que una amiga se lo trajera.

Tan solo ocho días antes de la boda, Paul Wynn fue diagnosticado con cáncer de páncreas, el que se había extendido a su hígado y pulmonesl. Los médicos le dieron un tiempo estimado de vida de seis semanas a dos meses.

Ante el desalentador pronóstico, la familia decidió organizar rápidamente una boda para poder compartir sus últimos días con Alison como su esposa oficial.

Lamentablemente, Paul murió en el altar cuando su novia estaba llegando a su lado de la mano del mayor de su hijo, de 20 años. La pareja tuvo cinco hijos en común, mientras que Paul tuvo otros seis con su primera pareja.

En entrevista con Daily Record, la novia dijo que “de haber sabido que no teníamos tanto tiempo, habría intentado preparar la boda para el principio de semana. Él nunca recibió ningún tratamiento contra el cáncer”.

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