A partir del 30 de junio los relojes atómicos marcarán las 11 de la noche con 59 minutos y 60 segundos, repitiendo el fenómeno ocurrido en el 2012.

Estos ajustes son necesarios y ordenados por el Observatorio de París, ya que un reloj nuclear es ultrapreciso y no ajustan su ritmo al desfase existente entre el tiempo astronómico y el tiempo terrestre.

Sin embargo, y a pesar que este anunció se hizo oficial a principios del 2015, muchas empresas de Internet podrían sufrir estragos en los sistemas informáticos en caso de no estar equipados de la mejor forma posible.

Desde 1972 hasta la fecha han habido 25 casos de saltos de segundos, los cuales sólo se pueden añadir en los meses de junio y diciembre, según La Rotación de la Tierra Internacional y Sistemas de Referencia (IERS).

El fenómeno, denominado "segundo intercalar", ya causó problemas a algunas empresas de tecnología la última vez que sucedió en 2012. Los servicios de una aerolínea australiana estuvieron caídos durante horas, en tanto que sitios como LinkedIn, Stumbleupon, Yelp o Gawker, sufrieron diversos problemas a raíz del segundo de más.

En efecto, el sitio de agregación de contenidos, Reedit, dio cuenta en ese entonces de los estragos que causó en su sistema la adición de este segundo, a través de su cuenta en Twitter.

En ese entonces, la compañía ironizó en la red social: "¿Han deseado alguna vez tener un segundo adicional o dos? Esta no es una de esas ocasiones".

Para el 30 de julio, cuando el fenómeno ocurra nuevamente, algunas compañías ya han desarrollado algunas soluciones. Un ejemplo de eso es Google, empresa que añadirá durante el día milisegundos a sus relojes, de manera de completar el segundo adicional.

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