Este domingo se juega el superclásico del fútbol chileno entre Colo Colo y la Universidad de Chile. Y los sucesivos hechos de violencia entre las barras bravas de ambos equipos hicieron que los conductores del Transantiago decidieran no salir a trabajar antes, durante y después del partido

"Hay que estar en sus zapatos, tienen que enfrentar la violencia desatada de los barristas y nosotros entendemos que estén temerosos de salir a conducir. Solidarizamos con ese temor", dijo la gerenta de Asuntos Corporativos de Alsacia Express, Claudia Brandes. 

Brandes comentó que han tratado de conversar con la autoridad porque tienen contrato con el Estado y si no cumplen con la frecuencia de buses, son multados. "Pero tampoco podemos obligar a una persona a subirse a conducir el bus. Son personas. Si el conductor no quiere conducir no lo va a hacer", añadió.

Acerca de si hay alguna "salida" dentro del contrato con la que puedan justificarse, la gerenta expresó que queda en manos de la autoridad y la Intendencia.

En el último superclásico, en marzo pasado, hubo 224 buses con destrozos, lo que "para nosotros es una catástrofe y son costos enormes en situaciones financieras que son bastante complejas. Ese costo se traduce en que esos buses no pueden salir a trabajar y es otra multa porque no podemos cumplir con la frecuencia".

Eso sí, Brandes planteó diversas alternativas para solucionar los problemas que se viven en contexto de este partido de alta convocatoria. 

"Uno podría pensar en que se hiciera como en Argentina donde los clubes, que en esta pasada la están sacando barata, se hicieran cargo y contrataran buses para movilizar a sus barristas. Reforzar la vigilancia no solo en el perímetro del estadio. Este es un problema que abarca todo Santiago", dijo.

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