Cuando hay debates sobre los desempeños de los sistemas de educación superior del mundo, aparecen los nombres de naciones asiáticas como Singapur y Corea del Sur, o los nórdicos Finlandia o Noruega, como los más destacados.

Pero sin tanto reconocimiento y con un efectivo sistema de nivel superior también ha aparecido Canadá.

En la última ronda de pruebas internacionales PISA, el país norteamericano fue uno de los pocos que se ubicó en el top 10 de matemáticas, ciencias y lectura.

Las pruebas, a cargo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), son un importante estudio sobre el rendimiento educativo y muestran a los adolescentes canadienses entre los más educados del mundo.

Están muy por delante de sus vecinos de Estados Unidos y de países europeos con fuertes lazos culturales como Reino Unido y Francia.

Además, Canadá tiene la mayor proporción del mundo de adultos en edad de trabajar que han tenido educación superior, 55% en comparación con un promedio de 35% en la OCDE.

Estudiantes migrantes

El éxito de Canadá en pruebas escolares también es muy inusual en comparación con otras tendencias internacionales.

Países con mejores desempeños a menudo son sociedades cohesionadas, compactas. Y el actual país con mejores logros, Singapur, ha sido visto como un modelo de progreso sistemático, con cada parte del sistema educativo integrado a una estrategia nacional general.

En cambio, Canadá no tiene ni siquiera un sistema nacional de educación, pues cada provincia es autónoma y tiene su propia estrategia.

También es difícil hacer un contraste entre una ciudad-Estado como es Singapur y una masa de tierra enorme y dispersa como enorme Canadá, el segundo país más grande del mundo tras Rusia.

Al tratar de entender el éxito de Canadá en la educación, la OCDE encontró que el papel del gobierno federal es "limitado y a veces inexistente".

Otro factor que pasa desapercibido es que Canadá tiene un alto nivel migrantes en su población escolar: más de un tercio de los adultos jóvenes del país vienen de familias en las que ambos padres son de otro país.

Los hijos de las recién llegadas familias migrantes parecen integrarse con la suficiente rapidez para tener el mismo alto nivel que sus compañeros de clase.

Al hacer un análisis más cercano de los resultados de PISA, a nivel regional y no a nivel nacional, los logros de Canadá son aún más notables.

Si las provincias fueran evaluadas en las pruebas PISA como países separados, Alberta, Columbia Británica y Quebec estarían entre los cinco primeros lugares del mundo en ciencias, junto con Singapur y Japón y por encima de Finlandia y Hong Kong.

Entonces, ¿cómo ha hecho Canadá para superar a muchos otros países en educación?

Andreas Schleicher, el director de educación de la OCDE, dice que en ese país "el gran tema unificador es la equidad".

A pesar de las diferentes políticas en las distintas provincias, existe un compromiso común con crear las mismas oportunidades en la escuela.

Se dice que hay un fuerte sentido de equidad e igualdad de acceso a la educación y esto se ve en el alto rendimiento académico de los niños migrantes.

Tres años después de su implementación, las pruebas PISA muestran que los niños migrantes tienen puntuaciones tan altas como el resto de sus compañeros.

Esto hace de Canadá uno de los pocos países donde los niños con raíces extranjeras logran un nivel similar a los no inmigrantes.

Otra característica distintiva es que los profesores de Canadá están bien pagados y convertirse en maestro es altamente selectivo.

Igualdad de oportunidades

El profesor David Booth, del Instituto de Ontario para Estudios en Educación de la Universidad de Toronto, destaca la "fuerte base de alfabetización" de Canadá.

Se han hecho esfuerzos sistemáticos para mejorar la alfabetización, con personal bien capacitado, bibliotecas escolares y evaluaciones para identificar las escuelas o estudiantes con dificultades.

John Jerrim, profesor del Instituto de Educación de la University College de Londres, dice el alto desempeño de Canadá refleja la reducida brecha socioeconómica que hay en el país.

En lugar de ser un país de extremos, los resultados de Canadá muestran un promedio muy alto, con relativamente poca diferencia entre los estudiantes favorecidos y los desfavorecidos.

En los más recientes resultados de PISA en ciencias, la diferencia en las puntuaciones causadas por las diferencias socioeconómicas fue del 9%, frente al 20% en Francia y 17% en Singapur.

Es un sistema notablemente consistente. Así como hay poca diferencia entre estudiantes ricos y pobres, hay muy poca variación en los resultados entre las escuelas, en comparación con el promedio de los países desarrollados.

En lugar de que los altos niveles de inmigración sean vistos como una amenaza a los resultados, el profesor Jerrim dice que es probable que esto sea parte de su historia de éxito.

Los migrantes que llegan a Canadá, muchos de países como China, India y Pakistán, a menudo están bien educados y tienen deseos de ver a sus hijos cursando carreras profesionales.

Jerrim dice que estas familias migrantes tienen "hambre" de éxito y sus altas expectativas tienen un impacto en la mejora de los resultados escolares de sus hijos.

El profesor Booth coincide en que las altas expectativas de estas familias migrantes son un motor.

"Muchas familias nuevas a Canadá quieren que sus hijos a sobresalgan en la escuela y los estudiantes están motivados a aprender", consideró.

Este año en particular ha sido extraordinario para la educación en Canadá.

Las universidades están cosechando los beneficios del efecto Trump, con niveles récord de solicitudes de estudiantes extranjeros que ven a Canadá como una alternativa en Norteamérica.

También el Global Teacher Prize, considerado el Nobel de la educación, fue obtenido por la canadiense Maggie MacDonnell, quien al recibir el premio hizo un llamado por la educación de estudiantes indígenas.

Al celebrar su 150 aniversario, Canadá tiene para relucir su condición de superpotencia educación.

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