La embarcación fue arrastrada en marzo del año pasado sin nadie al mando. Las autoridades canadienses vigilan el rumbo de la embarcación para evitar posibles problemas de contaminación, aunque hasta ahora no se registran indicios de fugas.

Según investigadores de la Universidad de Hawai, el tsunami generó más de 25 millones de toneladas de escombros, de las que al menos 4 millones fueron a parar al mar.
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