Tras su liberación y posterior traslado en un avión de la Fuerza Área boliviana hasta Oruro, los tres conscriptos fueron recibidos en una ceremonia miliar presidida por el ministro de defensa de Bolivia.
"En cada rincón de Bolivia están contentos porque nuestros soldados están acá gozando de libertad y habiendo demostrado su inocencia", señaló el ministro de Defensa de Bolivia, Rubén Saavedra.
Pese a su liberación, la tensión diplomática entre Chile y Bolivia continuó. “Lo mejor que puede hacer el Gobierno de Chile es pedir perdón a los tres soldados, de esta manera pueden entender que es un Gobierno que está dispuesto a trabajar de manera conjunta, dijo el Presidente Evo Morales.