De esta manera, Morales negó incrementar el salario público más arriba de un 6,9%, porcentaje de la inflación de Bolivia en 2011, por debajo a los 8.000 bolivianos de canasta familiar que exigen los trabajadores que el miércoles realizaron manifestaciones a nivel nacional.
La negativa de Morales llevó a 2 dirigentes de los maestros bolivianos a encerrarse en una habitación, sin ventanas, y a sellar la puerta con ladrillos, en señal de protesta, dejando un hueco para respirar. (UPI)
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