Todavía no se ha determinado las causas del siniestro, pero debido a la rapidez con que se propagó, los vecinos y bomberos debieron sacar agua de un río, para poder apagar el fuego.

Las autoridades informaron que son más de mil personas los afectados que lo perdieron todo. Para ayudarlos, el gobierno envió carpas y víveres, además de habilitar colegios como albergues.
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