Entró en vigor en Tailandia una ley que prohíbe a parejas extranjeras de buscar a madres sustitutas comercialmente.

La ley se introdujo a raíz del descubrimiento de decenas de mujeres embarazadas con bebés de clientes extranjeros.

La investigación destapó varios escándalos, incluyendo el caso de una pareja australiana que supuestamente rechazó un bebé y lo dejó con su madre sustituta por haber nacido con síndrome de Down, pero que se llevó a su hermana melliza a Australia dado que ella estaba sana.

El caso de Gammy, el bebé con síndrome de Down, causó una controversia internacional.

La nueva ley no prohíbe todo tipo de maternidad subrogada, pero específica como ilegal el uso de agentes o la promoción de mujeres que estén dispuestas a quedar embarazadas con los bebés de otras personas.

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