La jueza Karen Atala aseguró este jueves que el fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que condenó al Estado por discriminación en el caso por la tuición de sus hijas “viene a restablecer el imperio de la justicia para mí y mi familia”.

En el texto, la magistrada afirmó que la resolución revierte “la jurisprudencia que por años me privó de la tuición de mis hijas (...) Tengo la profunda esperanza de que con esta condena internacional al Estado de Chile se dignifique a todas aquellas madres y padres que han visto restringidos sus derechos por su orientación sexual”.

Asimismo, agregó que “fui y soy madre por opción. Sin embargo, se me negó el derecho a criar a mis propias hijas por un prejuicio y la existencia de un estereotipo negativo”.

Además, expresó que el fallo deja en claro que “las familias son diversas en su composición e iguales en dignidad. Vivir de acuerdo a la identidad sexual de cada persona no será, como nunca debió ser, un impedimiento para ejercer, una maternidad y paternidad afectuosa”

Por otro lado, Atala –quien perdió la custodia de sus hijas a raíz de su homosexualidad- aprovechó de agradecer a quienes la han apoyado durante todo este proceso que ha vivido. En especial, a familiares, amigos y el equipo de abogados de Libertades Públicas AG, Corporación Huma y Centro de Derechos Humanos de la Universidad Diego Portales.
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