Cuando la encontraron, su rostro estaba lleno de sangre y estaba desorientada. Alguien el había disparado 47 perdigones en su rostro. Los funcionarios de ASMAR que la rescataron dieron aviso a Sernapesca, quienes la derivaron al hospital veterinario de la Universidad San Sebastián. Su situación era crítica. 

El animal tiene 10 meses y fue sometida a un tratamiento que consideró antibióticos, analgésicos y alimentación por sonda esofágica dado su critico estado.

“El animal no ve y tiene el olfato alterado, ya que recibió todo el impacto en la cara. No sabemos cuál será su evolución, pero si no recupera la visión no podría ser devuelta a su medio natural por los riesgos, pues no podría conseguir su alimento, se moriría de hambre, o bien podría dañarse con objetos”, comentó el doctor Mansilla, quien está a cargo de su recuperación. 

Orca, una ONG dedicada al rescate y conservación animal, ha comenzado a recavar información que permita esclarecer quién o quiénes están detrás de este ataque brutal. Carlos Navarro Jerez, jefe regional de Acuicultura de Sernapesca, presentará una denuncia en la Fiscalía de Talcahuano contra quienes resulten responsables de este ataque. Sólo se sabe que el disparo fue a muy corta distancia, pues los perdigones quedaron incrustados en su cráneo. 

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