El nuevo número de Charlie Hebdo con Mahoma en la portada, condenado por algunas autoridades musulmanas, voló este miércoles de los kioscos franceses, una semana después del atentado que fue reivindicado por Al Qaida en Yemen.

Los sobrevivientes de la redacción del semanario satírico representaron a Mahoma con una lágrima portando un letrero "Yo soy Charlie" y bajo el título "Todo queda perdonado".

Para hacer frente a la demanda masiva, el editor decidió subir la tirada de este número de tres a cinco millones de ejemplares, que serán distribuidos a razón de unos 500.000 por día hasta el 19 de enero.

"Tenía una cola de entre 60 y 70 personas esperando cuando abrí", dijo una quiosquera en París. "Nunca he visto algo así. Vendí mis 450 ejemplares en 15 minutos". 

El ataque que dejó 12 muertos, entre ellos los dibujantes más destacados de la revista satírica, fue reivindicado el miércoles por Al Qaida en Yemen. 

En un vídeo, uno de los dirigentes de Al Qaida en la Península Arábiga (AQPA), Naser Ben Ali al Anasi, aseguró que el ataque había sido ordenado por el jefe supremo de la red, el egipcio Ayman al Zawahiri.

"La operación se llevó a cabo por orden de nuestro emir Ayman al Zawahiri y de acuerdo con la voluntad póstuma de Osama bin Laden", dijo.

La publicación, que antes vendía 30.000 ejemplares en cada edición, se difundió en más de 20 países, un récord para la prensa francesa.

Fue traducida a cinco lenguas: al español, árabe e inglés en versión digital, y al italiano y el turco en formato papel.

FUENTE: Agencia France Presse

Publicidad