Después de ocurrido el terremoto, un grupo de jóvenes iquiqueños se percató que un perro estaba bajo escombros. Fue ahí cuando se unieron y comenzaron a intentar sacarlo de cualquier forma, ya que parte de su cuerpo estaba aplastada con un gran pedazo de concreto.

Tras numerosos intentos, encontraron un fierro que utilizaron para hacer palanca, logrande finalmente sacar los escombros de encima y rescatarlo con vida.

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