Mantener una conversación telefónica a unos 10.000 metros de altura desde la cabina de un avión parecía un imposible hace veinte años.

Pero los avances tecnológicos, como la instalación de internet inalámbrico dentro de algunas aeronaves comerciales, han facilitado las llamadas desde el aire a través de plataformas como Whatsapp o Skype.

Sin embargo, la mayoría de las aerolíneas todavía prohíbe realizar llamadas una vez anunciado el despegue, ya sea a través de las herramientas mencionadas o mediante una señal telefónica.

En Estados Unidos, la discusión sobre si admitir o no que los pasajeros puedan realizar llamadas de voz en las alturas volvió a ser un tema esta semana.

El presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés) de ese país, Ajit Pai, rechazó el lunes una propuesta para permitir las llamadas telefónicas en los aviones.

Su predecesor, Thomas Wheeler, había argumentado que la prohibición era "obsoleta" porque muchos aviones ya usan señales móviles como parte del Sistema de Entretenimiento a Bordo (SEB).

La FCC adoptó la medida en 1991 debido a las preocupaciones de que numerosos teléfonos celulares en los vuelos pudieran atascar estaciones de retransmisión en tierra mientras los aviones volaban.

Pai argumentó en un comunicado que mantener la restricción sería una "victoria" para aquellos que, como él, valoraban el silencio a bordo.

"Estoy de pie con los pilotos de las aerolíneas, los asistentes de vuelo y los estadounidenses que están en contra del mal concebido plan de 2013 de permitir las llamadas de celular en los aviones", expresó.

A partir de la declaración de Pai, la FCC deberá someter a votación entre sus miembros si mantener la prohibición o no. Esto no incluye extenderla a llamadas hechas con wifi, mediante servicios como Skype.

Aunque cada país y aerolínea cuentan con sus propias regulaciones, es usual la restricción de hacer llamadas por celular durante el vuelo.

¿Por qué?

Interferencia

Los asistentes de vuelo suelen advertir de que el uso de los dispositivos electrónicos, incluidos los celulares, podría interferir con la operación de la aeronave.

Los sistemas de navegación y comunicación de vuelo de un avión reciben señales de radio de estaciones terrestres y satélites en órbita a través de antenas situadas en el exterior del aparato, detalló la publicación especializada Air&Space Mag, del Instituto Smithsonian.

Los celulares encendidos y en funciones normales emiten una radiación electromagnética que, de acuerdo a normativas de varios países, podría afectar la navegación del avión.

Sin embargo, en años recientes Estados Unidos y Europa han flexibilizado sus regulaciones sobre el uso de aparatos electrónicos.

La Administración Federal de Aviación de EE.UU. (FAA, por sus siglas en inglés) determinó en 2013 que la mayoría de aviones comerciales "pueden tolerar señales de interferencia provenientes de dispositivos electrónicos".

A raíz de esta conclusión, alcanzada por un comité de la FAA que investigó el tema durante un año, la autoridad aérea estadounidense recomendó a las aerolíneas que sus pasajeros utilicen dichos dispositivos "en todas las fases del vuelo", mientras estuviesen en modo avión.

La Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA, por sus siglas en inglés), amplió todavía más sus recomendaciones y les pidió en 2014 a las aerolíneas que permitieran el uso durante el vuelo de los celulares, así estuviesen en modo avión o transmitiendo señal.

Pero para que los pasajeros puedan hacer llamadas vía señal telefónica a más de 10.000 metros de altura, hay cuestiones técnicas que las aerolíneas deben resolver en primer lugar.

Llamar desde el cielo

Algunas aerolíneas permiten en la actualidad que los pasajeros hagan llamadas durante el vuelo, habilitadas por empresas como AeroMobile.

La compañía británica ofrece el servicio de telefonía móvil 3G a 21 aerolíneas, entre las que están KLM, Qatar, Air France y Lufthansa.

Los pasajeros deben conectarse a una red dentro de la aeronave y los cargos de las llamadas son enviados a su factura telefónica posteriormente, explicó la empresa en su página web.

AeroMobile le dijo el lunes al diario USA Today que solo el 5% de los pasajeros de vuelos con destino a EE.UU. utilizan el servicio, con conversaciones que duran en promedio dos minutos.

Para que la conectividad sea posible, los expertos apuntan que debe existir una pequeña estación base en el avión (llamada también picocelda) que redirige la llamada al satélite o a la torre de señal en tierra.

Esta tecnología, sin embargo, no está todavía presente en la mayoría de las aeronaves.

Y hay cuestionamientos sobre el impacto que podría tener de llegar a masificarse.

La Comisión Federal de Comunicaciones de EE.UU. (FCC) recibió miles de comentarios de usuarios que se oponen a la autorización de llamadas telefónicas a bordo.

Uno de ellos dijo que era "la peor idea" mientras que otro señaló que era "cruel y una tortura inusual para los que estamos atrapados (en un avión)".

La Asociación de Auxiliares de Vuelo de EE.UU. (CWA, por sus siglas en inglés), también se pronunció en contra del levantamiento de la prohibición, por preocupación de que los pasajeros ignoren los informes de seguridad y sea más fácil la coordinación de ataques terroristas.

En última instancia, eliminar la restricción podría significar más competencia para el servicio de conexión wifi en los vuelos, que a menudo se ha calificado como lenta y costosa.

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