La búsqueda de los siete pescadores desaparecidos en la comuna de Coronel, región del Biobío, sigue enfrentando dificultades, ya que las malas condiciones climáticas en la zona de rastreo impidieron que los robots submarinos pudieran alcanzar los puntos de interés ubicados por el buque científico Cabo de Hornos.

Según lo informado por las autoridades y los familiares, las corrientes submarinas limitaron el descenso de los ROV (vehículos operados remotamente) a profundidades de entre 200 y 250 metros, cuando los objetos detectados se encuentran a cerca de 300 o 350 metros.

Estos puntos de interés presentan dimensiones consistentes con la embarcación desaparecida, lo que generó en los familiares esperanzas de avances en la búsqueda.

Cabe destacarse que, durante todo el fin de semana, el Cabo de Hornos trabajó en la localización de estructuras que podrían pertenecer a la lancha Bruma, desaparecida desde el pasado 30 de marzo.

Al respecto se refirió Claudia Ruti, presidenta de los dirigentes bacaladeros, quien señaló que tras una reunión con la Armada que "los dos puntos de interés son consistentes con el trayecto del Cobra, tienen dimensiones que son consistentes, y por eso necesitan llegar con los ROV a esos dos puntos".

Añadió que las dificultades provocadas por las corrientes han frenado los avances, aunque se mantiene la esperanza de que las condiciones mejoren en los próximos días.

Se espera que durante las próximas jornadas las condiciones meteorológicas sean más favorables, lo que permitiría que los robots submarinos desciendan con mayor estabilidad hasta las profundidades donde se ubican los restos.

Mientras tanto, las familias de los pescadores continúan manifestándose pacíficamente frente a la Gobernación Marítima de Talcahuano, exigiendo justicia y avances concretos en la búsqueda de sus seres queridos.

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