Un emotivo momento se vivió la mañana de este viernes en el pleno del Consejo Constitucional cuando se discutían normas referentes a la nacionalidad y ciudadanía chilena. 

El consejero del Partido Socialista (PS) Alejandro Kohler relató su experiencia durante la dictadura, cuando sufrió prisión política y tortura, pero además él y su familia fueron expulsados del país, sin derecho a regresa, recordó entre lágrimas. 

“Como alguien que en el pasado fue forzado a salir del país y que fui despojado de mi nacionalidad, como también de mis derechos ciudadanos, siento con particular intensidad la profunda importancia de estos artículos”, dijo visiblemente afectado en la sala. 

“De un día para otro, a pesar de haber vivido allí la mayor parte de nuestras vidas, no éramos reconocidos propiamente como chilenos. Nos transformamos en apátridas.Ser un apátrida significa ser una personal que no es considerada como nacional suyo por ningún país”, explicó. 

Emotivo gesto en el Consejo Constitucional

Minutos después de la intervención de Kohler, el consejero del Partido Republicano Paul Sfeir recalcó sus diferencias con el representante socialista, pero tuvo un emotivo gesto: le entregó su bandera chilena que tenía sobre el pupitre. 

“Las experiencias enseñan mucho. No creo que haya en esta sala alguien que no se estremezca con la historia de vida de don Alejandro Kohler”, partió diciendo Sfeir. 

“A mí me tocó vivir la otra parte de la historia, la que se cuenta poco, pero que también ocurrió. Mi familia también sufrió mucho, don Alejando, pero yo quiero reconciliación”, añadió.

“Hoy estamos aquí, mirándonos frente a frente usted y yo y todos nosotros. Usted de un lado, yo del otro, pero juntos, con un mandato que nos exige entregar nuestras experiencias para que nunca más ni a usted ni a mí, o a quienes representamos, o a quienes nos adversan, nos vuelva a ocurrir”, reflexionó el miembro del Partido Republicano.

Emotivo gesto entre Alejandro Kohler y Paul Sfeir

“Usted jamás será de derecha y yo jamás seré de izquierda. Estamos claros con eso, pero hay algo que nos une indefectiblemente. Me atrevo a mencionar dos cosas. Una con una palabra, respeto, y la otra con un acto”, dijo antes de entregar la bandera chilena. 

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