Fue el viernes pasado por la tarde cuando el presidente de RN, Francisco Chahuán, se comunicó telefónicamente con su par de la UDI, Javier Macaya, para abordar las complejas negociaciones que estaba enfrentando el bloque -Vamos por Chile- en la Convención Constitucional.

Desde la semana pasada, la derecha no ha podido confluir en un nombre para que los represente en una de las vicepresidencias de dicha instancia.

El grupo RN-Evópoli había impulsado el nombre de Cristián Monckeberg (RN) - de hecho, comenzaron las tratativas para que el exdiputado tuviera respaldos incluso en la izquierda-, sin embargo, el colectivo no pudo reunir las 24 rúbricas necesarias para presentar su nombre ante la nueva mesa de la Convención.

¿La razón? El grupo UDI-Republicanos no dio su respaldo a Monckeberg, por lo que las 21 firmas de esos integrantes no estuvieron disponibles. Y los convencionales RN-Evópoli solo representan 16 de los 37 integrantes electos del pacto Vamos por Chile (RN, UDI, Evópoli y Partido Republicano).

La negociación, en ese sentido, reabrió la división que existe en la derecha y sus dos almas: una llamada la “dura” -que se “atrinchera”, según sus críticos- y la otra “dialogante”, que a los ojos del primer sector, cede ante las banderas de la izquierda.

Así, en los sectores de la UDI-Republicanos, la semana pasada, ya comentaban en privado que por ningún motivo darían su apoyo a una figura como Monckeberg, considerado de esta segunda derecha y que, decían, ha demostrado ser “entreguista”, entre otras cosas, por presentar propuestas en la Convención -junto a la izquierda- en materia de garantizar el derecho a viviendas dignas.

Desde ese sector, además, proponían nombres como Luis Mayol o Bernardo Fontaine, ambos RN; no obstante, en el partido de Chahuán se cuadraron durante el fin de semana para apoyar a Monckeberg.

De todas formas, en el sector UDI-Republicanos -que lidera principalmente Rodrigo Álvarez- resentían al menos dos hechos en que sus socios, afirmaron, les dieron la espalda. Según recordaron, en el anterior acuerdo de la vicepresidencia -la que finalmente fue ocupada por Álvarez- los RN no dieron su respaldo. Solo lo hizo Harry Jurgensen, quien hoy por lo demás forma parte del núcleo UDI-Republicanos. Y, reclamaron, en segundo lugar, que, hasta el jueves, RN-Evópoli intentó negociar primero con la izquierda las firmas para la vicepresidencia y solo cuando no tuvo éxito en esas tratativas, buscaron a sus socios de sector.

Durante esta jornada, de hecho, Rodrigo Álvarez dijo a T13 que “el error fue que se negoció, que se buscó las firmas en sectores totalmente distintos antes de conversar con nosotros, como lo han reconocido autoridades de RN”.

La intervención de las directivas de Chile Vamos

Con la comunicación directa sobre el tema entre los presidentes de la UDI y RN, se agendaron al menos dos reuniones durante este fin de semana -de manera telemática- para alcanzar algún tipo de entendimiento.

La preocupación de las mesas de Chile Vamos era alta. Tanto así que este lunes abordaron el tema durante la habitual reunión de comité político ampliado en La Moneda.

No es posible que no haya opción de que los convencionales de la UDI, RN y Evópoli no puedan ponerse de acuerdo para tener una vicepresidencia de nuestro sector, que nos represente en la Convención Constitucional”, partió señalando Chahuán al finalizar dicha cita. Y agregó: “Hemos estado durante todo este fin de semana en reuniones telemáticas con los convencionales de la UDI, de RN, con algunos convencionales de Evópoli justamente buscando y facilitando las condiciones para el diálogo, la unidad y que, en definitiva, no demos un triste espectáculo como sector no teniendo un vicepresidente que nos represente en la Convención Constitucional”.

En privado, en RN señalan que fue un error no haber intervenido antes en la negociación de la Convención, y que, en definitiva, afirman, es un error mantener la “independencia” que han tenido hasta ahora en la instancia constituyente.

“Uno de los temas que conversamos en la reunión del comité político era que, quizá, ahora era el momento para que los partidos tengan injerencia en las decisiones de la Convención Constitucional, porque son cosas relevantes”, dijo el presidente del PRI, Rodrigo Caramori.

En tanto, en las tratativas del fin de semana -en las que participaron dirigentes como Chahuán, Macaya, Álvarez, Diego Schalper (secretario general RN), Hernán Larraín Matte (convencional Evópoli)- RN perseveró en el nombre de Monckeberg.

Sin embargo, durante este lunes surgió un nuevo nombre -el de Larraín Matte- para asumir la vicepresidencia. Los UDI-Republicanos dieron el visto bueno a esta figura, pero RN se volvió a negar, reafirmando que su opción seguía siendo Monckeberg. Tanto así que Chahuán este lunes señaló que “Cristián Monckeberg es un buen nombre, que está apoyando esta directiva”.

“Todo está en manos de Larraín Matte”, decían la tarde de este lunes, en tanto, cuando las tratativas seguían dándose de manera intensa. El exlíder de Evópoli, hasta el cierre de esta edición, tenía las 21 rúbricas del grupo UDI-Republicanos y podía perfectamente llegar a las 24 solo con sus pares de Evópoli. Sin RN en el puzzle, sin embargo, en el partido de Chahuán recalcaban que eso significaría un quiebre y, por cierto, echar por la borda un trabajo de seis meses en la Convención, en momentos en que comienza la discusión de contenidos.

Las dudas de Monckeberg

Luego del comité político ampliado, Chahuán y Schalper -desde La Moneda- sostuvieron una cita telemática con convencionales de RN. En esa instancia, según presentes, Monckeberg dijo que estaba disponible a dar un paso al costado, dado el nivel de tensión. Incluso, el exdiputado transmitió estar abierto a apoyar otros nombres dentro de RN. En la cita se habló de convencionales como Ruggero Cozzi, Álvaro Jofré, Roberto Vega y Paulina Veloso. “Hay que esperar cómo evoluciona la historia”, habría dicho Monckeberg a sus cercanos durante la tarde de este lunes.

Convencionales RN, de hecho, durante la noche daban por renunciado a Monckeberg, no obstante, en la directiva de RN decían que aún había tiempo para alcanzar un acuerdo.

El propio exministro, luego de la cita, envió un mensaje a sus pares de RN, diciendo que, en primer lugar, valoraba que en RN se esté actuando como bloque. En segundo lugar, dijo Monckeberg, valoraba que la postura de la mesa y la bancada ha sido una sola. Tercero, transmitió, “no se van a aceptar vetos ni imposición de nombres”. Cuarto, dijo que lo más importante es cuidar la unidad y el trabajo en equipo. Finalmente, Monckeberg propuso la fórmula de que el periodo de la vicepresidencia se divida en dos partes equitativas para RN y Evópoli: cada uno con tres meses. Pero en la propia directiva de RN transmitían que esa idea sería inviable políticamente.

Por la noche, en paralelo, la comisión política de RN dio su respaldo unánime a Monckeberg como carta para la vicepresidencia.

“Estoy convencido de que una de las vicepresidencias, como corresponde, será del sector de la centroderecha”, dice Álvarez, a quien en RN sindican poco abierto para darle respaldo a Monckeberg.

¿Secuelas para Chile Vamos en el Congreso?

La tensión durante el fin de semana llegó a altos puntos, decían en Chile Vamos. En la UDI, por ejemplo, aducían a que RN usaba este episodio para resolver sus líos internos -ante las duras críticas de Mario Desbordes a la mesa de Chahuán-, mientras en RN, en privado, abrían debate sobre el plebiscito de salida.

Hace varias semanas que en la derecha ha surgido la idea de que hay un sector -justamente el “duro”- decidido a que este proceso fracase, es decir, que en el plebiscito de salida la ciudadanía termine rechazando el texto que salga de este trabajo que se avecina.

Así, decían, la figura de Monckeberg no haría más que demostrar un símbolo político a lograr acuerdos, dando camino al éxito de una nueva Constitución.

Otros en RN -molestos por el veto a Monckeberg- dicen, en tanto, que esto puede fijar el peligroso precedente de que un partido ajeno se entrometa en las cartas que definan sus socios. Un dirigente de RN, por ejemplo, decía que, de ser así, entonces el partido podría vetar al senador Juan Antonio Coloma (UDI) -ante la polémica con la gobernadora del Maule- como carta a la presidencia del Senado. Sin ir más lejos, además, decían, se puede complicar el acuerdo administrativo de la Cámara de Diputados.

Hasta el cierre de esta edición, en todo caso, las directivas de Chile Vamos se reunían a solas para abordar este y otros temas. ¿Viabilizar un acuerdo en esa cita? Era una opción, aunque la mayoría veía, hasta la noche de este lunes, que el debate se podría extender durante los próximos días.

Publicidad