El Presidente Gabriel Boric convocó oficialmente al referéndum constitucional pidiendo que no se entienda el proceso como "un juicio al Gobierno" y que al momento de debatir no se haga "sobre falsedades, distorsiones o interpretaciones catastrofistas".

Este 4 de julio, el mandatario concurrió hasta el cierre del trabajo de la Convención Constitucional y recibió de forma oficial la propuesta. También firmó el decreto que convoca al plebiscito de salida del 4 de septiembre.

"Hoy es un día que, sin duda, quedará en los anales de nuestra patria", destacó el mandatario, apuntando que "más allá de las legítimas diferencias que puedan existir en el texto, hay algo en lo que todos y todas tenemos que estar orgullosos, que en el momento de la crisis más profunda, política, institucional, social, que ha vivido nuestra patria en décadas, los chilenos y chilenas optamos por más demoracia y no por menos".

"Será nuevamente el pueblo el que tendrá la última palabra sobre su destino", dijo el Presidente Boric, quien subrayó que "empezamos una nueva etapa, se trata de leer, estudiar y debatir la propuesta constitucional que entregan al país".

En esa línea, el jefe de Estado señaló que "tengo el deber de garantizar que cada uno de los ciudadanos pueda tomar una decisión libre y plenamente informada (...) para el cumplimiento de este mandato vamos a necesitar la colaboración de todos y todas, deno descalificar a quien piensa distinto, de acoger a quien tenga dudas, de conversar y debatir no para ganar, sino para construir, para encontrarnos".

"Solicito la buena fe y la colaboración de todas las autoridades del país, de los medios de comunicación, de los partidos, las organizaciones sociales y de cada uno de los habitantes de nuestra patria", agregó.

"Los invito a que debatamos intensamente sobre los alcances del texto propuesto, mas no sobre falsedades, distorsiones o interpretaciones catastrofistas ajenas a la realidad", complementó en su intervención.

Y, de paso, puntualizó que "esta Constitución, este proyecto de Constitución y el plebiscito del 4 de septiembre no es ni debe ser un juicio al Gobierno, es el debate sobre el futuro y el destino de Chile para las próximas cuatro o cinco décadas. Por lo tanto, como Presidente de la República, los invito a todos y todas a que debatamos con esa altura de miras".

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