La historia de Martín Lasarte en el fútbol chileno tiene de todo, de dulce y agraz. Pero hoy, después de los tragos amargos vividos con Universidad Católica, pudo sonreír.

El arquitecto de esta Universidad de Chile campeona dejó los siguientes conceptos claves en esta campaña:

Revancha personal

Tras fracasar en Universidad Católica por no conseguir ningún campeonato, el uruguayo no dudó en firmar con la U en busca de una revancha.

El cuerpo técnico lo sabía, y a pesar que el uruguayo nunca lo expuso frente al plantel, ellos sentían la necesidad de lograr el objetivo por el entrenador.

Hablar con los jugadores

Si bien el principal motivador era el preparador físico, Marcelo Tulvobitz, el charrúa utilizaba una forma más emocional con los futbolistas.

Hablaba, personalmente, con cada uno de ellos, apelando a lo sicológico y familiarizándose con sus pupilos, con un gran preocupación por todo lo que rodeaba a los jugadores.

No tocar el esquema

El libreto de Lasarte fue el mismo, una línea de cuatro en el fondo que se iba perfeccionando en cada entrenamiento con los grupos defensivos de trabajo. En el medio, dos contenciones, uno más de quite y uno de salida para generar juego. Arriba, tres goleadores que supieron recibir el mensaje del entrenador que buscara ataque por las orillas y una fuerte presión en esa zona.

Mente puesta en el objetivo

No se metió en polémicas, no respondió con dureza a los dichos de Barroso y se dedicó a trabajar, a pensar en el título y a buscar fórmulas para mejorar después de la derrota ante Colo Colo.

Se le vio mucho más sereno y concentrado, una tranquilidad que supo transmitir en sus jugadores que siempre creyeron en su proyecto.

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