El reino de 1.011 días del Real Madrid en la Champions League terminó bruscamente y de la manera más humillante.

No solo fue goleado 1-4 en su estadio por el Ajax de Ámsterdam, sino que en la capitulación de su corona, sin ofrecer ningún tipo de resistencia, reflejó la gravedad de la situación en la que se encuentra.

Hace una semana fue eliminado en semifinales de la Copa del Rey al perder 3-0 frente al Barcelona y cuatro días más tarde volvió a caer contra el conjunto catalán para quedar a 12 puntos de sus acérrimos rivales en la Liga.

Si se suma la derrota frente al Girona, ya son cuatro los partidos que ha perdido seguidos en el Santiago Bernabéu.

Resulta difícil pensar que el equipo que salió cabizbajo de la cancha fue el mismo que hace menos de un año levantó por 13ª vez en su historia el famoso trofeo de la Orejona.

El mismo que ganó tres Champions League consecutivas y cuatro de las últimas cinco, y el mismo que hace dos años se proclamó campeón de Liga.

Un pasado reciente glorioso que ahora, al ver la versión 2019 del Madrid, parece estar a años luz.

Cuestión de tiempo

Más que el fondo, lo que sorprendió de la exhibición del Ajax fue la forma en la que cayó el equipo dirigido por el argentino Santiago Solari.

El Madrid lleva tiempo sin mostrar un buen juego, por lo menos no de manera regular, y contra el club holandés tampoco contó con la fortuna que lo ha acompañado en momentos puntuales en las últimas temporadas.

El cabezazo al travesaño del francés Raphael Varane con el marcador sin goles pudo haber inclinado la balanza a su favor, como también pudo ocurrir si el disparo de Gareth Bale al filo del descanso no hubiera rebotado en el poste.

Pero no pasó y el Madrid esta vez no pudo aferrarse al resultado para esconder su realidad, algo que ya hizo la pasada temporada con el título conseguido en Kiev frente al Liverpool.

Una verdad que sí supo Zinedine Zidane.

El técnico francés decidió dar un paso al costado tras ganar la Champions, consciente de los síntomas negativos que afectaban a un equipo que acabó la Liga en tercer lugar a 17 puntos del Barcelona.

A la salida de Zidane le siguió la de Cristiano Ronaldo, el hombre más importante en la historia del conjunto blanco junto al argentino Alfredo Di Stéfano.

Sin los goles del portugués o la aureola que acompaña a Zidane, el Madrid arrancó un nuevo ciclo evidentemente debilitado.

¿Y ahora?

"Hay problemas muy grandes en el Real Madrid", comentó el reconocido periodista español Guillem Balagué.

"Uno de sus jugadores más importantes, uno de los capitanes, dijo en un ocasión que el Madrid solo necesita jugar bien cuatro partidos en la temporada para ganar la Champions League".

"Esa actitud, al largo plazo, es un grave problema", advirtió.

Balagué agregó que la peor derrota en la historia del Madrid como local en competiciones europeas terminará marcando un punto de inflexión.

"No pueden competir en el mercado como lo solían hacer, dejaron de fichar Galácticos en 2014 y la plantilla es cada vez más débil. ¿Quién dirías se trata de una superestrella en este equipo? Todos han decepcionado".

Ese año llegaron el colombiano James Rodríguez y el alemán Toni Kroos luego de sus espectaculares actuaciones en el Mundial de Brasil, torneo que también le abrió la puerta al fichaje del costarricense Keylor Navas.

Desde entonces fueron apareciendo nombres de mucho menos cartel hasta el fichaje este año del brasileño Vinicius Jr., una promesa de 18 años que está llamado a ser uno de los pilares del equipo en el futuro, pero que todavía no lo es en el presente.

Esa política de fichajes impulsada en los últimos años por el presidente del Madrid, Florentino Pérez, ha sido duramente cuestionada tras no encontrar recambios de peso a una generación encabezada por Sergio Ramos, Marcelo y Luka Modric que ya entró en la última fase de su carrera.

Se busca solución

Tras el descalabro frente al Ajax y las derrotas ante el Barcelona no es descabellado pensar que los días de Solari en el banquillo del Real Madrid están cerca de llegar a su fin.

El técnico argentino, que llegó luego de la destitución de Julen Lopetegui en octubre y tiene contrato hasta 2021, no parece contar con el respaldo de la afición para liderar el tan necesitado proyecto de renovación que urge en la entidad blanca.

Tampoco sobran los candidatos para sentarse en un banquillo tan demandante, más allá de los últimos rumores sobre un posible regreso del portugués José Mourinho.

El portugués se encuentra sin equipo desde que fue despedido por el Manchester United en diciembre.

Pero con Mourinho o cualquier otro entrenador, el Madrid deberá invertir fuertemente para reforzar un equipo que parece gastado, sin recursos en muchas posiciones.

A la vez que deberá sortear con los problemas internos de una plantilla que cuenta con una larga lista de jugadores cuestionados y con un futuro incierto: Gareth Bale, Isco, Marco Asensio, Marcelo, Benzemá, Navas...

Lo más seguro es que el Madrid termine recuperándose del bache en el que ha caído tras vivir una de las épocas más gloriosas de su historia, pero no deja de ser preocupante el declive futbolístico que atraviesa.

Ya han habido otros grandes clubes que han sufrido una situación similar y que han tenido muchos problemas para volver a levantarse más allá de los enormes recursos con los que cuentan.

Y los aficionados del Madrid lo último que desean es convertirse en un nuevo Manchester United.

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