Las esperanzas de un cambio de actitud por parte de algunos aficionados mexicanos en Rusia 2018 quedaron enterradas.

La FIFA informó este lunes que abrióun "expediente disciplinario" contra la Federación Mexicana de Fútbol (Femexfut) por el grito "homofóbico" de los aficionados mexicanos en el partido contra Alemania.

Como ocurrió en Brasil 2014 y durante las eliminatorias para Rusia 2018, en las gradas se escuchó el domingo el cántico "eeeeehhh, ¡puto!" cuando el guardameta rival realizaba un despeje.

La expresión genera controversia.

Desde algunos sectores es considerada homofóbica, al ser un apelativo usado en el lenguaje vulgar en México para referirse a los homosexuales.

No obstante, otros consideran que esa palabra no se usa con ese sentido contra los homosexuales, sino para calificar a alguien como "cobarde".

Pero el hecho es que su grito en los estadios le ha valido a la Femexfut sanciones económicas y advertencias de castigos en el pasado, que podrían afectar deportivamente a la selección mexicana.

¿De dónde surgió esta expresión?

El origen

Varias investigaciones de la prensa deportiva en México apuntan a que el antecedente a este grito está en el fútbol americano de México en la década de 1980.

Aficionados a ese deporte en la ciudad de Monterrey acompañaban el saque inicial con un "eeeeeeeh, ¡pum!", una costumbre que se extendió hacia otras ciudades.

El brinco al fútbol se dio a principios de la década de 2000 con los aficionados de Rayados de Monterrey, quienes lo usaron con la misma frase para molestar al portero rival.

El cambio de "pum" por "puto" se produjo en 2003, durante el torneo preolímpico celebrado en Guadalajara, según la prensa mexicana.

Después se extendió hacia el torneo regular mexicano y los juegos de la selección mexicana, lo cual comenzó a causarle problemas a la Femexfut desde las eliminatorias a Brasil 2014.

¿Es homofóbico?

Parte de la controversia por este grito viene sobre su significado y cómo se usa.

La Real Academia Española define una de las acepciones de"puto" como "adjetivo malsonante usado como calificación denigratoria".

En México se utiliza vulgarmente como adjetivo y sustantivo de los hombres homosexuales, pero también como "cobarde".

Para algunos, en el contexto del fútbol la expresión no se trata de un insulto homofóbico, pues aseguran que el sentido en el que se usa en los estadios no está dirigido contra de la comunidad LGBT.

"Me parece que la FIFA se equivoca al juzgar que el grito es un insulto a los homosexuales", consideró Luis Fernando Lara, editor del Diccionario del español de México, al diario The New York Times.

"Es un insulto, sí, pero no tiene por objetivo la comunidad gay. Creo lamentable que se está haciendo un escándalo a causa de ese grito por una equivocada corrección política", explica.

Sin embargo, para otros no se puede separar el sentido peyorativo y estigmatizador de la palabra usada contra los homosexuales.

"El sentido con el que se da este grito colectivo en los estadios no es inocuo; refleja la homofobia, el machismo y la misoginia que privan aún en nuestra sociedad", señalaba Ricardo Bucio cuando era titular de la Comisión Nacional para Prevenir la Discriminación mexicana.

"Es expresión de desprecio, de rechazo. No es descripción ni expresión neutra; es calificación negativa, es estigma, es minusvaloración. Homologa la condición homosexual con cobardía, con equívoco".

Javier Ruiz Galindo, director de la Casa de México en Rusia que ofrece apoyo a los aficionados mexicanos en el Mundial, opinó en declaraciones a la BBC que es algo "muy complicado porque hay muchas maneras en las que eso puede ser percibido".

"Estoy de acuerdo, no debería hacerse. Hemos recibido advertencias de no hacerlo. Creo que simplemente no deberíamos hacerlo. Debemos ser respetuosos", manifestó el lunes.

Sanciones y advertencias

Pese a las múltiples amonestaciones de la FIFA previas y durante el Mundial de Brasil 2014, los aficionados mexicanos continuaron gritándolo durante el siguiente ciclo mundialista.

La Femexfut recibió seis sanciones de más de US$20.000, y la FIFA advirtió que tomaría medidas más fuertes si continuaba esta actitud.

Las campañas en medios de comunicación, redes sociales y en los estadios que ha hecho la Femexfut no han podido detener a los aficionados.

E intentos de sustituir la palabra por "México" no han fructificado.

Incluso el embajador de Rusia en México, Eduard Malayán, criticó la sugerencia de un comercial de televisión, que proponía que durante el Mundial los aficionados gritaran "Putin" -como el apellido del presidente ruso Vladimir Putin- en lugar de "puto".

"No estamos tan tontos para entender que es un juego de palabras (?) No es costumbre gritar nombres o apellidos de personalidades políticas en nuestros estadios", se quejó el diplomático en mayo pasado.

La FIFA dijo este martes que ha abierto "procedimientos disciplinarios" contra la Femexfut, pero se reservó indicar de qué tipo.

Sin embargo, antes del Mundial la propia Federación Mexicana de Fútbol advirtió a los aficionados que las autoridades rusas podrían expulsar de los estadios a quienes fueran detectados coreando este grito.

Durante las eliminatorias, la organización llegó a señalar que este tipo de comportamiento podría implicar hasta una resta de puntos al equipo.

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