Apenas un año antes de ganar dos medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas de 2004, la salud mental de la británica Kelly Holmes tocó fondo.

Ahora, más de una década después, la atleta admite que se autolesionaba regularmente cortándose con unas tijeras mientras se recuperaba de varias lesiones deportivas que amenazaban con poner fin a su carrera como deportista profesional.

"No es algo que uno planea hacer. No pasas por el momento de decir "voy a hacer esto"", le dijo este fin de semana a la BBC la doble campeona olímpica, que ganó las carreras de 800 y 1.500 metros.

"Te encuentras en esa situación... Las tijeras están en el baño y yo las utilicé para canalizar la angustia que tenía", relató.

"Mentalmente estaba en un lugar muy malo. Pero mi mensaje para la gente es que sí puedes salir de ese estado y conseguir logros".

Seis años de autolesiones

"El mi momento más bajo me cortaba con las tijeras todos los días que estaba lesionada", admitió.

Holmes habló sobre esta difícil experiencia en un evento sobre salud y bienestar que se celebró este fin de semana en Inglaterra.

La gente que se autolesiona normalmente lo hace como una manera de lidiar con sentimientos, recuerdos o situaciones difíciles, según la organización británica sin ánimo de lucro Mind, que apoya a pacientes con problemas de salud mental.

En algunos países existen grupos de apoyo para pacientes que se autolesionan, así como terapias y tratamientos médicos para las cicatrices.

La atleta contó que ya se lastimaba a sí misma en 1997, el año en que se convirtió en atleta profesional. Tenía entonces 27 años y una brillante carrera deportiva por delante, pero se lesionó mientras participaba en los campeonatos mundiales de atletismo.

Esa fue una de siete lesiones deportivas que la llevaron a herirse a sí misma para sobrellevar su frustración.

Kelly, que se unió al ejército británico a los 17 años, ya había hablado anteriormente de cómo durante mucho tiempo ocultó su depresión por miedo a una respuesta negativa.

Pero dice que después de "muchos altibajos durante tantos años" llegó un punto en el que cuando se miraba al espejo "no quería estar ahí".

Afortunadamente logró salir de ese lugar a tiempo y alcanzar sus mayores logros deportivos en 2004.

"Siempre hay luz al final del túnel", dijo.

En 2005 la británica recibió el título británico de "dama", fue reconocida como la deportista del año con el premio Laureus World Sportswoman of the Year y anunció su retirada del atletismo.

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