Abdelhak "Appie" Nouri tenía 20 años cuando en un partido amistoso de pretemporada colapsó en el campo.

A partir de ese momento, el balón no volvió a rodar para él. Sufrió daños irreparables en su cerebro por la arritmia cardiaca que padeció aquel 8 de julio de 2017.

El mundo del fútbol se volcó en apoyo al joven jugador holandés de origen marroquí, considerado una de las mayores promesas del Ajax.

Su recuerdo sigue presente en los campos de fútbol gracias a quienes fueron sus compañeros en Ámsterdam.

"Era un increíble jugador", resaltó el exfutbolista y exdirector de la academia del Ajax Wim Jonk.

"Si veías un partido del Ajax, todo el mundo de lo único que hablaba era de 'Appie' porque tenía una habilidad muy diferente a la de los demás", dijo.

Nouri llegó a debutar en el primer equipo antes de sufrir el ataque y es el número que utilizó en su primera temporada con el Ajax, el 34, el que pasó a tener un significado especial en los campos de fútbol.

La semana pasada fue utilizado en Inglaterra por el defensor holandés Philippe Sandler en su debut con el Manchester City en la victoria 7-0 sobre Rotherham en la Copa de la Asociación.

Y antes ya se había visto en Italia gracias a Justin Kluivert (Roma), Amin Younes (Napoli) y Kevin Diks (Fiorentina).

Todos ellos pidieron a sus clubes portar ese número en sus camisetas y Kluivert incluso le dedicó el gol que anotó en su debut en la Liga de Campeones.

Carga emocional

Los números siempre han tenido un rol relevante en el fútbol, sea por su valor deportivo o por la carga emocional que suelen tener para los jugadores.

En el pasado, los jugadores titulares eran identificados con los números del 1 al 11, los cuales correspondían a la posición que ocupaban en el campo los futbolistas o su estilo de juego.

Pero hay números que han trascendido de manera especial dado su significado tanto para clubes como jugadores y aficionados.

Un ejemplo es el número 7 en el Manchester United que ha sido llevado por varias de las mayores leyendas del club de Old Trafford como George Best, Eric Cantona, David Beckham y Cristiano Ronaldo.

Pero hay otros números ya han quedado inmortalizados junto a un jugador como fueron los casos del 6 de Bobby Moore en el West Ham, el 10 de Diego Armando Maradona en el Napoli o el 3 de Paolo Maldini en el Milan, que los clubes retiraron y ya no podrán ser portados por ningún otro futbolista.

Incluso en el mismo Ajax fue retirado el 14 del mítico Johan Cruyff.

Liberación

Han existido casos en los que el número ha roto con cualquier lógica, aunque al final siempre haya existido una explicación.

Fue el caso del 1+8 del chileno Iván Zamorano en el Inter de Milán, el 01 del delantero escocés Derek Jordan en el Hibernian o el 88 con el que apareció el italiano Gianluigi Buffon en el Parma.

También produjo confusión el 3 que escogió Asamoah Gyan para la campaña de Ghana en el Mundial de Sudáfrica en 2010.

A muchos comentaristas que no lo conocían les costó entender que el goleador de la selección africana era en realidad un peligroso delantero y el lateral izquierdo del equipo, como se solía identificar en el pasado a los que llevaban ese número.

Y si bien ha habido más libertad para los jugadores a la hora de escoger su número en los últimos años, la gran mayoría sigue optando por los que integran la formación más tradicional.

Sea el 1 si son porteros, el 7 y 11 si juegan por las bandas del ataque, el 9 si se trata del goleador o el 10, que suele ser reservado para el jugador más talentoso del ataque del equipo.

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