El cuatro veces mundialista e ídolo brasileño, Cafú, habló por primera vez sobre cómo es su vida tras la muerte de su hijo Danilo de 30 años, el pasado 4 de septiembre de este año.

En una entrevista con la revista Veja, de Brasil, el histórico lateral de la verdeamarela, aseguró que el día del fallecimiento del joven ambos estaban jugando un partido de fútbol dentro del área residencial donde vive la familia en Alphaville, São Paulo, cuando éste empezó a sentirse mal y terminó desvaneciéndose.

A pesar de llevarlo rápidamente hasta el hospital, los doctores no lograron reanimar a Danilo y cuando uno de ellos se acercó a conversar con él, el ex futbolista no quiso recibir explicaciones. "No hace falta que diga nada, estoy viendo que no responde. Me quedé de pie orando y pidiendo a Dios que no se llevase a mi niño. No fue posible", aseguró haber dicho en aquel momento al médico.

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En esa misma línea, Cafú aseguró que la primera aparición de la enfermedad también se dio dentro de una cancha de fútbol, en otra ocasión. "Estábamos jugando y Danilo sintió fuertes dolores en el pecho. Salió del partido y parecía que estaba todo bien, pero de madrugada volvió a sentirse mal y sin avisar a nadie se fue al hospital, solo"

"Le hicieron un electrocardiograma. Según el diagnóstico, el chico que entonces tenía 24 años había sufrido un infarto. Danilo me llamó a las 7.00 de la mañana pidiendo que fuese al hospital. Lo trasladaron a otro y le colocaron un 'stent'. Después de eso parecía que la enfermedad había sido controlada", añadió al medio brasileño.

Además, el campeón del mundo en 1994 y 2002 con Brasil asegura que aun no asimila lo que pasó con su hijo. "Enterrar a un hijo sale del contexto general, de todo lo que tu sientes a lo largo de tu vida. Cada cinco días voy al cementerio a visitar su tumba. No lo he asimilado todavía. No he tenido valor de entrar en su cuarto"

"Todos los días lloro solo. Cuando entro en casa intento mostrarme fuerte. Al final, soy el pilar de la familia. Lloro mientras conduzco y llamo a mis amigos solo para llorar. Ellos lo saben y se quedan callados. Entonces lloro y lloro y lloro. Llorar alivia el pecho", continuó diciendo el futbolista.

El defensor brasileño, contó que ha recibido el apoyo de distintos futbolistas que conocieron a su hijo. Además aseguró que ha tenido conflictos con su religión tras la partida de su hijo. "Hay una confrontación con Dios a este respecto. Lo que puedo garantizar es que el cielo ha ganado un ángel", puntualizó.

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