La algarabía era total por parte de los jugadores de Portugal tras haber consumado el gran golpe y arrebatado la Eurocopa a Francia tras un golazo de Éder en el tiempo extra.
Liderados por Cristiano Ronaldo, quien debió dejar la cancha en el primer tiempo tras sufrir una lesión luego de un choque con Payet, los lusos realizaron la tradicional caminata por las tribunas del Saint-Denis de París.
Fue en ese momento cuando apareció un personaje muy especial en la carrera de Cristiano Ronaldo: El escocés Sir Alex Ferguson, quien los dirigió durante sus seis temporadas en Inglaterra.
Casi como un hincaha más, el ex entrenador esperó su turno para terminar fundiéndose en un simbólico abrazo con su ex dirigido.
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