El árbitro Raymond Mashamba, de Zimbabue, aplicó por primera vez en la historia del fútbol la "tarjeta verde" en un partido, en el marco de la Copa Mundial de ConIFA (Confederación de Fútbol Independiente), que incluye a todas las naciones, gobiernos de facto (no reconocida por las Naciones Unidas), regiones, pueblos minoritarios y territorios aislados de deportes que no tienen afiliación con la FIFA.

El duelo correspondía a la segunda fecha, disputada durante la jornada del sábado, de la tercera edición del torneo celebrado desde 2014 cada dos años. Las selecciones que se enfrentaban, y que ambas tuvieron un amonestado por esta cartulina, eran las de Padania, representante de una región al norte de Italia y que ganó 8 a 0, y de Tuvalú, uno de los catorce países que conforman Oceanía, por el grupo C.

¿Pero qué castigo recibe el jugador? Según las reglas de la ConIFA, "un jugador que reciba una tarjeta verde debe abandonar el campo de juego inmediatamente, pero puede ser reemplazado si su equipo no ha realizado todos los cambios. El amonestado tampoco quedará excluido del siguiente partido de su equipo".

Jens Jockel, presidente de la ConIFA en Asia, apoyó el empleo de la nueva cartulina señalando que "es una muy buena idea de cómo sancionar cosas que podrían no ser dignas de una tarjeta roja. Más bien como errores personales, faltar el respeto a los espectadores, a los entrenadores y etc. Es una manera perfecta de encontrar algo en el medio".

Finalmente, Paul Watson, en declaraciones a Sky Sports que "el fútbol tiene un problema con la falta de respeto por los árbitros", agregando que "sería bueno que, en lugar de ser ignorado y, por lo tanto, tolerado de alguna manera, no necesariamente le cueste a alguien la oportunidad de jugar en este torneo, si es que acaba perdiendo la calma".

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