Entre gritos de "USA" y llamados a la igualdad de salarios, bajo una lluvia de confeti, la selección femenina de fútbol de Estados Unidos, campeona del mundo por cuarta vez, fue celebrada este miércoles por miles de personas en un desfile en Nueva York.

Las futbolistas, que vestían camisetas idénticas negras con la leyenda "Campeonas del mundo" bordada en dorado, saludaron a la multitud desde varios camiones que circulaban lentamente por las calles del sur de la ciudad, desde el Battery Park a la alcaldía.

La jugadora más carismática del equipo, Megan Rapinoe, hizo la icónica pose con la que firma sus goles al presentar el trofeo de la Copa del Mundo a los enloquecidos aficionados que se agolpaban en las calles.

"No hay un mejor lugar para celebrar", dijo a la cadena ESPN.

El equipo regresó desde Francia el lunes, 24 horas después de derrotar a Holanda en la final por 2-0, alcanzando así su cuarta Copa del Mundo (1991, 1999, 2015, 2019), un récord histórico.

Las camisetas con las cuatro estrellas se venden como pan caliente. Según Nike, que viste a la selección estadounidense, la camiseta blanca del equipo batió un récord de ventas mundial en una temporada en el sitio oficial de la marca (más que cualquier club o selección nacional masculinos o femeninos).

En la mañana soleada de verano, los empleados de los rascacielos por donde pasaban las campeonas las regaron de confeti blanco.

El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, precandidato presidencial demócrata a las elecciones de 2020, se unió a las deportistas en el desfile, y luego fue su anfitrión en la alcaldía, donde les entregó las llaves de la ciudad.

En defensa de salarios iguales

"¡Igualdad de salarios!", gritaba la multitud a las jugadoras, una de cuyas carrozas llevaba un gran letrero con la leyenda "Los desfiles son geniales, pero la igualdad de salarios es más genial todavía".

La selección, festejada a lo largo y ancho de Estados Unidos, se ha convertido también en una gran defensora de la igualdad de salarios entre hombres y mujeres, un asunto que cobra fuerza en la era #MeToo.

La selección femenina está demandando a la Federación de Fútbol Estadounidense ante la justicia para que a las jugadoras se les pague de la misma manera que a sus pares masculinos.

La semana pasada, el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, propuso el doble del presupuesto destinado a las jugadoras en la próxima Copa del Mundo femenina, que fue de 30 millones de dólares este año, contra 400 millones para el Mundial masculino de 2018.

El desfile, que duró cerca de una hora, es una vieja tradición de la Gran Manzana para rendir homenaje a grandes personajes.

Han recibido este honor  astronautas, soldados y líderes mundiales, pero en años más recientes ha sido más utilizado para celebrar logros deportivos, por ejemplo del equipo de béisbol New York Yankees o del equipo de fútbol americano New York Giants.

En los próximos meses la selección nacional femenina de fútbol recorrerá varias ciudades del país, comenzando más tarde este miércoles por Los Ángeles para participar en la versión deportiva de los Óscar, los premios ESPYS.

La selección luego jugará una serie de cinco partidos internacionales amistosos en una "Gira de la Victoria", comenzando contra Irlanda el 3 de agosto en Pasadena, California.

Sin escala en la Casa Blanca

Una escala improbable en su gira es la Casa Blanca.

Rapinoe no ha ahorrado críticas contra el presidente Donald Trump, y el mes pasado dijo que no aceptaría una invitación suya para visitar la Casa Blanca si la selección femenina ganaba la Copa del Mundo.

Trump respondió que Rapinoe debería "ganar primero antes de hablar".

La estrella dijo que el intercambio con Trump por Twitter ayudó a la selección en Francia.

"Yo no iría (a la Casa Blanca) y tampoco irían todas las compañeras de equipo con las que he hablado explícitamente", dijo Rapinoe en el programa "Anderson 360" de la cadena CNN.

"No creo que nadie en el equipo tenga interés en prestar la plataforma por la que hemos trabajado tan duro y las cosas por las que luchamos y la forma en que vivimos nuestra vida. No creo que queramos que eso sea corrompido por esta administración", dijo Rapinoe.

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