Hizo récord en el mercado de fichajes el verano pasado, siendo el traspaso más caro de la historia: 222 millones de euros pagó el Paris Saint-Germain al Barcelona para contar con sus servicios.
Sin embargo, se especula que Neymar no está contento con su decisión y estaría pensando en cambiar de aire, nada más y nada menos que al verdugo del PSG en la presente edición de la Champions League y archirrival de su ex club: el Real Madrid.
Tanto el cuadro "merengue" como el brasileño conocen el deseo mutuo de trabajar juntos la siguiente temporada. De hecho, el delantero ha mostrado distancia en redes sociales con su actual club. Mientras los parisinos se coronaban campeones de la Ligue 1 el pasado domingo, Neymar publicaba, en su historia de Instagram, una foto jugando póker online con un televisor de fondo transmitiendo el partido, aplazando su saludo para el lunes.
Otra actitud que encendió las alarmas del equipo médico del conjunto francés fue el baile que Neymar registró en video, apoyado sobre su pie sano y balanceando el que está en recuperación.
Previendo estas señales, los directivos del Paris Saint-Germain viajaron a Brasil para sugerirle al astro brasileño continuar su rehabilitación en Francia, a lo que el joven de 26 años se negó rotundamente. No obstante su padre, involucrado a los negocios de su hijo, declaró que éste "tiene un presente y futuro en PSG", sembrando algo de calma en medio de tanto hermetismo.
Ya pensando en el Mundial de Ruisa, el ex Santos fijó su alta médica para el 17 de mayo, cuatro días antes de la concentración de su selección para el torneo, pero muy encima para la última fecha de la liga francesa, el 19 de mayo frente al Caen, evidenciando, nuevamente, que entre sus prioridades el elenco parisino está relegado.