Fuegos artificiales, colores en el gramado y casi 60 mil hinchas cantando entre la euforia y la pena a un mito que se va: así despidió el Sao Paulo a Rogério Ceni, el portero más goleador de la historia.

Hace 25 años, 1.237 partidos y 131 goles anotados que aquel adolescente espigado que venía del árido centro de Brasil aterrizó en el Sao Paulo.

Ahora con 42, Ceni abandona el fútbol con una hoja de servicios que no tiene precedentes en el fútbol mundial y que su hinchada celebró en una noche de fiesta.

El Estadio Morumbí sacó el traje de gala para la ocasión, la historia del Sao Paulo se visitó de corto y gran parte de los jugadores que hicieron al 'tricolor' campeón del mundo de clubes y de la Copa Libertadores en 1992, 1993 y 2005 -las dos últimas con la presencia de Ceni- saltaron al gramado para disputar un amistoso por y para el M1TO, como le conoce la afición.

Con las marcas del tiempo apretando unas camisas que ya no lucían tan holgadas como hace 20 años y la devoción de una hinchada que coreó cada nombre como si hoy fuera 1992, antiguas glorias del club como Raí o Cafú -que fueron recibidos como héroes-, Zetti, el predecesor e ídolo de Ceni, o Ronaldao regresaron al gramado del Morumbi para enfrentarse a los campeones de 2005.

Del otro lado le esperaban Aloísio, Mineiro o Lugano, piezas fundamentales de aquel equipo con el que Ceni logró uno de sus sueños: volver a conquistar la Copa Libertadores y el Mundial de Clubes, que ya había ganado como un joven portero suplente de apenas 20 años, pero que pudo revalidar convertido en el protagonista y capitán que levantó el trofeo.

El '01' del Sao Paulo, que ya nadie volverá a vestir, custodió el arco, marcó un gol y hasta cantó con la guitarra al hombro junto a la banda de rock que amenizó esta velada que el Sao Paulo diseñó para despedir a su ídolo.

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