Por Diego Reinares (France Presse)

Mientras Joseph Blatter recibía el viernes abrazos y felicitaciones por su reelección como presidente de la FIFA, alguien además del príncipe Alí, el otro candidato, se sentía perdedor: el ex jugador francés Michel Platini, presidente de la Fereación europea de Fútbol (UEFA) y abiertamente enfrentado al suizo.

"Es un odio que no sólo proviene de una persona en la UEFA, sino de la organización UEFA, que no puede entender que en 1998 me convertí en presidente", afirmó Blatter. "Perdono a todo el mundo, pero no olvido", dijo sobre la postura de Platini en los últimos días, antes de reconocer que FIFA y UEFA están condenadas a entenderse y que no pueden vivir una sin la otra.

Unas palabras con aires de advertencia ante los nuevos tiempos que afronta la FIFA, después de que siete personas fueran detenidas en hoteles de Zurich en una operación a pedido de las autoridades estadounidenses, que imputaron a un total de catorce personas.

La UEFA y Platini, que ya habían pedido el voto por el príncipe Ali y habían defendido la necesidad de un relevo al frente de la FIFA, elevaron entonces el tono. Se convocó un Comité Ejecutivo extraordinario en Varsovia, donde su cúpula directiva se encontraba con motivo de la final de la Europa League, y allí pidió el aplazamiento del Congreso de la FIFA y de la elección presidencial ante la gravedad de la situación. Un clamor en el desierto que la FIFA no escuchó.

Platini convocó a los medios horas antes del inicio del Congreso, el jueves en un hotel de Zurich, y allí pidió la dimisión del suizo. Después de la victoria de Blatter, el ex futbolista francés insistió en la necesidad de cambio.

"Estoy orgulloso de que la UEFA haya defendido y apoyado un movimiento por el cambio en la FIFA. El cambio en mi opinión es crucial si esta organización quiere recuperar la credibilidad", afirmó entonces con gesto serio. Ello, pese a que las federaciones de Francia -país de origen de Platini-, España y Rusia se desmarcaron de la UEFA y apoyaron a Blatter.

Platini había parecido durante mucho tiempo el hombre destinado a enfrentarse en las urnas a Blatter en este Congreso de 2015, pero el presidente de la UEFA no se decidió a dar el paso y en agosto del pasado año ya anunció oficialmente que no iba a concurrir a los comicios para abrir una nueva era en la FIFA.

"No es el momento, no es mi hora todavía. He reflexionado durante mucho tiempo y no he llegado a convencerme", declaró entonces, asegurando que quería concentrar sus esfuerzos en la UEFA por el momento.

En el pasado, Platini fue una figura muy cercana a Blatter, pero con el tiempo se distanciaron En una entrevista al diario deportivo francés L'Equipe, antes de que estallara el escándalo de corrupción, Platini explicó que Blatter le había mentido cuando para ganarse su apoyo en las elecciones de 2011 le prometió que iba a ser su último mandato y que no se presentaría en 2015.

"Nos había pedido, mirándonos a los ojos, que le apoyáramos para el que sería su último mandato", reveló Platini. "Hay que saber ceder el testigo y no tratar de agarrarse al trono cueste lo que cueste", subrayó.

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