Una escena pocas veces vista antes en el fútbol se vio en el Estadio Beira Rio. En el minuto 63, el lateral izquierdo Fabricio fue abucheado por su rendimiento y como respuesta se puso a se puso a maldecir a las gradas.
Por ello, recibió la tarjeta roja y abandonó el campo de juego de forma airada y haciendos gestos en contra la multitud y además, lanzó la camiseta colorada del Inter al suelo. Todo mal.
El presidente del club de Charles Aránguiz, Vittorio Píferro, suspendió al jugador del grupo hasta nuevo aviso.
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