La Conmebol anunció que, de momento, la final de la vuelta de la Copa Libertadores entre River Plate y Boca Juniors se jugaría, pero fuera de Argentina.

De acuerdo a un documento oficial, el partido definitorio entre los equipos transandinos se jugará entre el 8 y 9 de diciembre en cancha neutral, aunque ese escenario aún no está confirmado.

De inmediato, la prensa argentina reaccionó a la resolución, pasando del "¡Vergüenza!" —por los incidentes que terminaron por suspender el encuentro que se disputaría en el Estadio Monumental de River Plate— a "¡Se juega!".

"¡Se juega afuera del país!", publica Olé, enfatizando en que, de jugarse el partido, este no será en campo argentino.

Una cobertura similar le dio Clarín, añadiendo que "la definición quedó sujeta a lo que decida la Unidad Disciplinaria" de la entidad deportiva sudamericana.

El diario Crónica, por su parte, también apuntó a que la final no se jugará en territorio argentino.

La Nación, además, apunta a que las miradas están puestas sobre el Tribunal de Disciplina de la Conmebol.

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