Rafael Vaz, defensa de 29 años proveniente de Flamengo, fue presentado oficialmente como el sexto refuerzo de Universidad de Chile. "Llego al club más grande de Chile", dijo el brasileño en el acto realizado en el CDA

El técnico Ángel Guillermo Hoyos esperada bastante de él y lo ha calificado como "un central de categoría".

Vaz es el primer brasileño en 17 años en defender a los azules y apenas el séptimo en toda su historia. El último había sido Arilson, en la campaña 2001.

Acá presentamos un repaso por estos nombres, que no han destacado por dejar una huella significativa en el club, salvo por uno, puntal en el regreso a Primera División en 1989.

César Maluco

El primer brasileño que aparece en los registros de Universidad de Chile es este, aunque no dejó mucha huella. De hecho, pocos se acuerdan de él. Conspira para esto sus escasas participaciones: este delantero apenas disputó dos encuentros en la Copa Chile de 1977, ante Linaes y Aviación, y se fue. Pero no era cualquiera: se trataba del reconocido César Augusto Da Silva, uno de los ídolos históricos de Palmeiras (segundo goleador de todos los tiempos) y mundialista en Alemania 1974, aunque no disputó partido alguno en esa cita.

Liminha

Quizás el más reconocido de todos y uno de los que más tiempo se quedó en el club. Proveniente de Coquimbo Unido, donde deslumbró por sus habilidades, llegó al elenco azul en 1981 y se  marchó tras la Copa Polla Gol de 1983. Apareció como un crack, pero no respondió completamente a ese cartel ni al millón de dólares que se pagó por su pase. Su debut, en todo caso, fue de ensueño. Le marcó tres veces a San Luis. En total, marcaría 22 en 72 partidos. Sus celebraciones bailando samba junto al banderín del córner marcaron época y hasta generaron una canción de la hinchada azul: "Eh, Liminha ahí, el gol ya va a salir, la samba va a venir".

Braulio

Había sido compañero de Elías Figueroa en el Inter de Porto Alegre, donde hizo gran parte de su carrera. También jugó en Botafogo. A la “U” llegó desde Coritiba y Johnny Ashwell, defensa lo recuerda como “un ‘8’ muy habilidoso, muy educado y muy simpático; no era muy grande, medía como 1,70 metros”. En su país lo apodaban el “Garoto de Ouro” y los azules fueron la última estación de su recorrido. En 1980 disputó 23 partidos y anotó un tanto.

Valdir Pereira

Aunque llegó con la venia del técnico Fernando Riera, se quedó dos temporadas (1987 y 1988), jugó 70 partidos y marcó 13 goles, su paso no es recordado con mucho cariño por los hinchas universitarios. Formó parte del plantel que descendió a Segunda División al final de la campaña 1988, en la que destacó un doblete a La Serena. Un delantero que no dejó huella futbolística, pero que se mantiene en la memoria colectiva.

Severino Vasconcelos

Ídolo de Colo Colo en los 80, fue llamado por Manuel Pellegrini para liderar el plantel con el que quería intentar regresar a Primera División. El técnico no dirigió el desafío (se fue en la Copa Chile), pero el brasileño sí cumplió con su papel. Aportó con la experiencia que era requerida para el objetivo y fue el ente aglutinador de un grupo al que le costó arrancar. Entre sus nueve conquistas, destaca el que le convirtió a Magallanes en el duelo que selló el ascenso de los azules tras un año en el infierno. Disputó 41 partidos y consiguió el título de la B en 1989.

Arilson

Apareció por el Caracol en 2001, con un currículum que incluía pasos por Gremio, Inter, Palmeiras, Kaiserlautern y Valladolid. Un movedizo volante, con tendencia a hacer una jugada de más, pero de buena pegada y habilitación. Disputó 32 partidos y anotó nueve goles, entre ellos una preciosa volea a San Felipe y otro a Colo Colo en el Monumental, en el 3-2 que se mantiene como la última victoria azul en Macul. Estuvo solo una temporada y recibió duras críticas por parte del timonel René Orozco, quien le cuestionaba su falta de compromiso e indisciplinas. En su paso por el país, estuvo detenido por conducir en estado de ebriedad.

Bonus track

En 2003, la “U” recibió a prueba a dos brasileños que provenían del fútbol boliviano: el defensa central Clemilson (en la foto) y el delantero Alex Barroso.

El primero estuvo unas semanas entrenando con el plantel antes de ser desechado por el técnico Víctor Hugo Castañeda, el otro duró apenas una mañana, aunque en algún momento el presidente René Orozco exigió que se mantuviera en el plantel.

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