El vallista español Orlando Ortega terminó muy enfadado la final de 110 metros vallas del Mundial de Atletismo de Doha, donde fue quinto tras ser molestado por el jamaicano Omar McLeod, que terminó en el suelo, este miércoles en una accidentada final ganada por el estadounidense Grant Holloway.
"Es evidente que él (McLeod) entra en mi calle y yo tengo que empujarle para poder pasar con la mano. La IAAF (Federación Internacional de Atletismo) tiene que hacer algo. Deben hacer algo. Me han robado una medalla", afirmó, muy enfadado, en sus primeras declaraciones a la televisión pública española (TVE).
"Soy muy consciente de que podía luchar hasta el final por la medalla de oro. Lo tenía ahí. Pero así no se puede. No sé qué van a hacer (los dirigentes de la IAAF), pero así no se puede", apuntó.
McLeod, vigente campeón olímpico y defensor del título, terminó descalificado y perdiendo el equilibrio.
Ortega pudo calmarse un poco después y el gran enfado dio paso a una enorme decepción en sus siguientes declaraciones a la prensa.
"Es muy duro estar trabajando todo un año, sacrificándote todo el año, pasándolo mal, y que te quiten una medalla de esta manera", lamentó.
"Yo respeto a todos, no toco a nadie y compito limpiamente. Es un final de temporada muy triste para mí", se resignó.
Ortega, de 28 años y plata olímpica en Río 2016, llegaba como uno de los favoritos a las medallas, tras ganar la final de la Liga de Diamante esta temporada, lo que parecía colocarle como el rival a batir.