Por AFP

Milán acoge desde este martes la primera edición de las "Next Gen Finals", un Masters para menores de 22 años creado por la ATP para promover a los mejores jóvenes del circuito, que además aprovechará para experimentar nuevas reglas, como los sets de cuatro juegos.

La gran esperanza del tenis mundial, el alemán Alexander Zverev, no podrá participar ya que su calidad de número tres mundial le permite estar en Londres desde el 12 de noviembre para jugar el Masters 'de los grandes'.

En Milán el jugador con mejor clasificación será el ruso Andrei Rublev, de 20 años y 37º de la ATP. Esta temporada ganó el torneo de Umag, sobre tierra batida.

Junto a él estarán sus compatriotas Karen Khachanov (45º, 21 años) y Daniil Medvedev (65º, 21 años), el canadiense Denis Shapovalov (51º, 18 años), el estadounidense Jared Donaldson (55º, 21 años), el croata Borna Coric (48º, 20 años), el surcoreano Hyeon Shapovalov (54º, 21 años) y el italiano Gianluigi Quinzi (306º, 21 años), vencedor de un torneo de clasificación reservado para los jugadores locales.

El torneo reparte 1,25 millones de dólares en premios.

La primera jornada parte mañana, a las 10 horas, con los duelos Khachanov-Medvedev, Shapovalov-Shung, Coric-Donaldson y Rublev-Quinzi.

Laboratorio de reglas

Además, el torneo servirá a la ATP como un laboratorio de pruebas para nuevas reglas.

Si el formato recuerda al del Masters clásico (dos grupos de cuatro, semifinales y final), están previstas numerosas innovaciones, empezando por un partido por el tercer puesto.

Cada duelo de la competición se jugará al mejor de cinco sets, pero cada manga se jugará al máximo de siete juegos (gana el primero que llegue a cuatro) y sin ventaja. La ATP busca "aumentar el número de momentos de tensión durante los partidos".

También se aplicará la regla del "no-let", lo que significa que si un servicio entra tocando la red se continúa disputando.

Los calentamientos también serán más cortos y habrá un reloj para que se respeten los 25 segundos entre game. También se permitirán conversaciones tácticas entre el jugador y su técnico.

Por último, se permitirá el libre desplazamiento del público durante los puntos en las tribunas laterales.

Críticas al sorteo

La innovación, fallida en este caso, comenzó con el sorteo de grupos el domingo. Los jugadores tenían que elegir entre ocho mujeres que desvelaban las letras A o B -el grupo-, escondidas en alguna parte de su cuerpo.

Varios jugadores se mostraron incómodos y la ceremonia recibió muchas críticas, sobre todo en las redes sociales. "Vergonzoso", escribió la antigua número 1 mundial francesa Amelie Mauresmo en su cuenta de Twitter.

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