Cada vez que se suben a su bobsleigh, las nigerianas Seun Adigun y Akuoma Omeoga deben enfrentarse al miedo, algo que no les impedirá entrar en la historia al convertirse en el primer equipo africano en participar en los Juegos Olímpicos en ese deporte, en Pyeongchang 2018.

Antes de su bajada de entrenamiento el miércoles, las dos jóvenes, apodadas "Cool Runnings", el título original de la película "Jamaica bajo cero", que mostraba una realidad parecida, rezan arrodilladas en silencio, conscientes de los riegos que corren al deslizarse por una pista helada a 150 kilómetros por hora.

"La primera vez que me subí a un bob, sinceramente estaba aterrorizada", confiesa Seun Adigun, la piloto.

"Lo único que me salvó es que yo jugaba mucho a videojuegos, así que hice como si se tratase de un videojuego", explica la joven deportista, que representó a Nigeria en los Juegos Olímpicos de Verano en Londres en 2012 en los 100 metros vallas.

"Eso ayuda a superar los miedos, porque cuando subes a un bobsleigh no sabes lo que puede pasar. Y también rezamos, si hay un ritual que repetimos es ese", añade.

Tres décadas después de la participación del equipo masculino de Jamaica en los Juegos de Calgary-1988, que inspiraron la película "Jamaica bajo cero", el dúo nigeriano podría convertirse en uno de los iconos de Pyeongchang.

"Por supuesto que uno debe pensar en el peligro, hay que aceptarlo", cuenta Seun, que creció en Estados Unidos, en Texas. "Es un poco como bajar a toda velocidad una colina en un cubo de la basura", comenta metafóricamente.

En modo supervivencia

Seun Adigun y Akuoma Omeoga, así como Simidele Adeagbo en skeleton, las tres componentes de la representación nigeriana en Pyeongchang, crecieron en Estados Unidos, orgullosas de sus raíces africanas.

Ellas comenzaron a entrenarse en Houston empujando una especie de gran trineo de madera construido por Seun Adigun, quien había disputado una prueba de la Copa del Mundo con los colores de Estados Unidos antes de pasar a depender del Comité Olímpico Nigeriano.

Las nigerianas, que sellaron su clasificación en noviembre en Calgary, aún tienen un amplio margen de progresión: "Honestamente, nunca hemos esprintado al máximo detrás del bob", sonríe la atleta reconvertida.

"Quizá estamos al 70% porque por el momento todo lo hacemos en 'modo supervivencia'", indica.

En todo caso, la comparación con los pioneros jamaicanos no molesta a las tres mujeres; "nos sentimos muy honradas", declara Akuoma Omeoga.

Leyendas

"Es bastante increíble pero de hecho yo me encontré aquí con el piloto del primer equipo de bob jamaicano (Dudley Stokes). Y pensé: '¡Oh, Dios mío, nos comparan con usted!' Es realmente genial", cuenta.

"Ellos marcaron la senda, fueron los pioneros, y 30 años después la gente les considera aún como leyendas", añade Seun Adigun.

Los "Rasta Rockets" tienen también herederas, un equipo de bob femenino (Jazmine Fenlator y Russell Carrie) que será rival de las nigerianas.

Sean cuales sean los resultados, Seun Adigun no se arrepiente de haber optado por este deporte: "Todo el mundo pensaba que yo estaba loca", sonríe. "Me decían; ¿bobsleigh, el deporte de invierno? Tú vives en Texas, donde hace calor, vienes de Nigeria...".

"Vamos a emplearnos a fondo y poco importa dónde terminemos. Hacemos esto por Nigeria", señalan, conscientes de sus exiguos opciones de medalla: en los descensos de entrenamiento en la pista de Pyeongchang, las nigerianas quedaron a diez segundos de las mejores.

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