En diciembre de 2017, María Paz Valenzuela (54), musicóloga y montañista, logró superar un complicado cáncer de mamas. Un mes después, en enero de este año, tomó la decisión de volver a la montaña por un desafío potente, que haga ruido y que despierte a todas aquellas mujeres que dejan pasar y postergan sus exámenes mamarios.

La expedición recibe el nombre de #AltoAlCáncer, ya que tras conocer su historia, la tradicional campaña de prevención del cáncer de mamas de Alto Las Condes, decidió darle su apoyo y financiar la aventura. “Cuando llegué a contarles mi desafío me dieron una recepción muy positiva, y se pusieron a trabajar de inmediato”, recuerda María Paz. 

Este lunes 2 de abril partirá junto a sus dos hijas rumbo a Nepal, para comenzar la etapa de aclimatación y en mayo subir el Everest juntas, las tres, aunque a la cima sólo llegará María Paz. Sus hijas la esperarán en el campamento base. 

"Escalar la montaña más alta del mundo era una idea que tenía de antes de la detección de la enfermedad, y quedó parada mientras asimilaba todo esto”, señala María Paz y asegura que “cumplir mi sueño de subir el Everest es un regalo que me dio el cáncer”.

Con todo esto, la destacada montañista nacional busca la oportunidad de realzar la importancia de la prevención para que toda mujer tenga la chance de escalar sus propias montañas, de conservar su vida y poder enfrentar sus mayores miedos.  

La expedición #AltoAlCáncer, de Alto Las Condes, busca entregar un mensaje de concientización, apoyo, valor e inspiración a todas las mujeres que enfrentan esta enfermedad, ya que el Everest también representa un lugar lleno de desconocimiento, desconfianza, y miedo al que se enfrentan las mujeres frente al cáncer de mamas

“No tengo respuesta para saber cómo se enfrentan los miedos, pero pienso que hay que enfrentarlos cara a cara”, afirma María Paz, asegurando que “lo que me gustaría transmitirle a todas las mujeres es que se puede transformar la experiencia de esta enfermedad en algo positivo”.

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