No hubo desperdicio en el primer cara a cara entre Floyd Mayweather y Connor McGregor, dos de los peleadores más fanfarrones y bocazas en la historia de los deportes de contacto.

Fue el comienzo de la gira de promoción de la pelea que tendrá lugar el 26 de agosto entre el campeón de las artes marciales mixtas y el invicto pugilista que saldrá de su retiro para defender la tradición del boxeo, además de sumar unos cuantos millones de dólares a su cuenta bancaria.

Hubo de todo en la guerra dialéctica que mantuvieron frente a la multitud que abarrotó el Staples Center en Los Ángeles, empezando por el controversial traje con el que se presentó el luchador irlandés en el escenario, estampado por todos lados con un conocido insulto en inglés.

"Lo único que me interesa es vestir bien y darle una paliza a mis rivales", comenzó su ofensiva McGregor.

"El movimiento, la potencia, la ferocidad, él nunca ha experimentado algo parecido", siguió el máximo exponente de la Ultimate Fighting Championsh, la UFC, principal promotora de las artes marciales mixtas (MMA, por sus siglas en inglés).

McGregor prometió que noqueará a Mayweather en el cuarto asalto, pero el excampeón mundial de boxeo no se intimido y contraatacó a su rival.

"Soy un hombre viejo (...) pero todavía tengo lo necesario para vencerte. Llevo 21 años dándoles palizas a mis rivales", se mostró confiado Mayweather, hasta el punto que le dio a McGregor la forma en la que preferiría perder.

"Te garantizó que tocarás la lona con tu cara o de espaldas".

Golpes bajos

La tensión se percibió entre ambos contendientes, pese a que muchos amantes del boxeo siguen considerando que la pelea se trata de una farsa donde no hay ningún título en juego.

El primero en romper el silencio fue McGregor quien se refirió a Mayweather como el hombre de "piernas pequeñas, corazón pequeño y cabeza pequeña".

"Soy joven, tengo confianza, soy un hombre feliz que ha trabajo muy duro por esto", continuó el campeón de la MMA, quien nunca ha boxeado profesionalmente sobre un cuadrilátero.

Los ataques siguieron hacia su rival, sacando a relucir los supuestos problemas financieros que atraviesa el excampeón mundial de boxeo, que según la revista Forbes llegó a tener una fortuna valorada en US$340 millones.

"Se vistió con un chándal. Ya ni siquiera puede permitirse un traje", se burló McGregor.

Pero la respuesta no se hizo esperar y el "Señor Dinero" (de su apodo en inglés, Money) dejó en claro que "este perro ganó US$3 millones en su última pelea. Pero todo el mundo sabe que yo eso lo gano solamente entrenando".

Interés global

En su oportunidad frente al micrófono, Mayweather recordó la única derrota que sufrió McGregor en el octágono de la UFC en 2016, frente a Nate Díaz.

"Sabemos que a Mr. Tap Out le gusta rendirse y que tendrá que sacar la bandera blanca", en alusión a la manera en la que los luchadores se rinden en las peleas de la MMA cuando están siendo derrotados por sumisión.

McGregor lamentó todas las reglas que tuvo que aceptar para poder pelear contra Mayweather, en un combate que se espera le genera a ambos unos US$100 millones.

"Todas estas reglas y restricciones... que los guantes de 10 onzas, denle los guantes, no hay problema. Que no son fabricados en México, no hay problema. Sin guantes que estén hechos de pelo de caballo, bien también. Lo único que necesito es un protector bucal, pararme en el ring e igual estoy bien".

Aunque en el mundo del boxeo sigue habiendo cierto recelo por una pelea que enfrentará a un pugilista que ha ganado 11 títulos mundiales y todavía no ha perdido una pelea, contra alguien que todavía no ha disputado un combate profesional sobre el cuadrilátero, es claro que lo que ocurrirá el 26 de agosto genera interés por todo el mundo.

Los dos seguirán esta semana su gira promocional por Toronto (Canadá), Brooklyn (Estados Unidos) y Londres (Reino Unido).

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