Una preocupante situación se vivió durante la madrugada de este jueves en Brasil. Mientras los jugadores de Flamengo llegaban a país carioca tras su empate con Central Córdoba, sufrieron un intento de asalto.

Quien se vio más afectado con este inconveniente fue Agustín Rossi, exportero de Deportes Antofagasta, quien recibió cuatro disparos en su auto, pero gracias a que era blindado no pasó a mayores.

Pese a que no hubo heridos, este hecho delictual causó revuelo en toda Sudamérica.

"Llegamos al aeropuerto de madrugada, tipo cinco de la mañana, veníamos de Santiago. Bajamos del avión, todo bien. Salimos en autos particulares hacia nuestras casas", dijo el guardameta al canal trasandino TN.

“En la Línea Amarela, a la altura del Complejo do Alemao —una favela muy conocida acá en Río—, íbamos como si estuviéramos en la General Paz, con tres carriles. Se ve que intentaron robar un auto que estaba adelante mío, fue algo al azar", explicó sobre lo vivido.

"Ese auto se tiró encima de uno de los ladrones y nuestro coche, manejado por mi chofer, tuvo que frenar, disminuir la velocidad, y quedó justo entre el otro auto y los delincuentes", continuó detallando.

"Como perdimos velocidad, los ladrones se cruzaron de frente. Así que cuando aceleramos, dispararon. Pero por suerte el auto es blindado y no pasó nada grave. Fue solo un susto", finalizó el portero de Flamengo.

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