Croacia se impuso por 2-1 a Marruecos, este sábado en el estadio Khalifa de Doha, y logró la tercera plaza del Mundial de Cata 2022, bajando un escalón en el podio tras finalizar segunda en Rusia 2018 e igualando su tercer puesto en Francia 1998, mientras que los 'Leones del Atlas' se van con la mejor clasificación histórica de un equipo africano.

Aperitivo de la final que disputarán el domingo Argentina y Francia, las perdedoras en semifinales protagonizaron un duelo entretenido en la batalla por el 'bronce'.

El equipo balcánico se adelantó con un cabezazo de Josko Gvardiol (7) y el norteafricano respondió inmediatamente de la misma manera por medio de Achraf Dari (9). Mislav Orsic hizo el definitivo 2-1 en el 42.

Gvardiol se quita el mal sabor de boca

Ambas selecciones se cruzaban por segunda vez, tras chocar en su estreno en el Mundial con un insípido empate sin goles que no vaticinaba los excepcionales recorridos que protagonizaron después.

Cinco partidos más tarde, descorcharon rápidamente. El primer gol, una obra maestra de la estrategia: Fintó el lanzamiento de falta Luka Modric, lo ejecutó Lovro Majer, Ivan Perisic peinó desde la izquierda y Gvardiol entró en plancha para adornar con un tanto su sobresaliente Mundial.

Marcar también sirvió al central de 20 años para borrar el mal sabor de boca que le dejó el 3-0 de Argentina en semifinales, cuando Lionel Messi le sacó a bailar antes de dar el pase de la muerte a Julián Álvarez.

Menos preparación tuvo el empate marroquí. También tras el saque de una falta, Majer despejó mal con la cabeza y puso el balón en el área pequeña, donde apareció Dari para meter la testa e igualar.

Con 1-1 dominaba el juego fluido croata mientras que Marruecos aguantaba el tirón bien organizado en el campo, dejando alguna arrancada peligrosa.

Modric a punto estuvo de dejar su firma tras un par de fintas que finalizaron con un disparo venenoso entre un bosque de piernas (24).

La leyenda balcánica tenía enfrente a un nuevo y prometedor 'león' dos décadas más joven, Bilal El Khannouss. De solo 18 años, nació en Bélgica, selección con la que jugó en las inferiores, antes de optar por Marruecos. Fue su estreno internacional.

El Khannouss, maneras y carencias

Se le vieron maneras, como en la pared que devolvió a Sofiane Boufal, que disparó alto (33). Pero también sus carencias, principalmente cuando le robaron la bola en la frontal en la jugada que significó el 2-1.

Tras la recuperación, Croacia cocinó la jugada y la finalizó desde la izquierda Orsic con un sutil disparo a la escuadra contraria en un balón que Bono acarició en su estirada.

El equipo balcánico empezó mejor la segunda mitad y Orsic rozó el doblete (47) con un tiro durísimo que un defensa despejó a córner.

Marruecos sufría y su técnico Walid Regragui decidió retirar (55) a El Khannouss, al que recibió con un paternal abrazo, para dar entrada a Azzedine Ounahi, uno de los puntales del histórico recorrido marroquí en Catar.

Su heroico equipo se descomponía. Dari y Jawad El-Yamiq, la pareja de centrales este sábado, tuvo que ser sustituida con apenas dos minutos de diferencia (64 y 66). Ambos se fueron echándose las manos a un muslo.

Empujada por su hinchada, mayoría entre los 44.000 espectadores presentes en el Khalifa, Marruecos era incapaz de llegar y se enredó en protestas con el árbitro en la recta final.

En el descuento, Youssef En-Nesyri tuvo el empate con un cabezazo. Pero no daba para más. Se va de Catar como la primera selección africana que alcanzó las semifinales.

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