La selección de fútbol de Argentina, que el domingo se proclamó campeona del mundo en Qatar tras vencer en la final a Francia en la tanda de penaltis, regresó a casa en la madrugada de este martes, donde fue recibida por una multitud de aficionados.

A las 02.23 horas (05.23 GMT), el vuelo AR1915 de Aerolíneas Argentinas que trasladó a la delegación encabezada por el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Claudio Tapia, y el técnico de la Albiceleste, Lionel Scaloni, aterrizó en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, en la provincia de Buenos Aires.

Recibidos con una alfombra roja en la pista, los argentinos subieron a un autobús descapotable de dos pisos para dirigirse al cercano predio de entrenamiento de la selección, donde pasarán la noche antes desfilar por el centro de Buenos Aires.

A pesar de la hora, una multitud se congregó al borde de la carretera y dificultó el avance del autobús, que tardó una hora y cuarto en recorrer los 11 kilómetros entre el aeropuerto y el predio de la AFA.

Aunque acababan de pasar largas horas en el avión, los jugadores se sumaron al festejo con brincos, bailes y cánticos, mientras se pasaban el trofeo unos a otros y lo enseñaban al público.

Con teléfonos móviles que iluminaban la negra noche, los aficionados seguían el recorrido del autobús con banderas argentinas, bengalas y fuegos de artificio y lanzando cartas y balones a los futbolistas.

El plato fuerte de las celebraciones será el desfile de la selección por la capital argentina este martes al mediodía local, día que el gobierno argentino declaró feriado nacional para facilitar los festejos. 

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