En marzo de 2018 la Contraloría General de la República aprobó la adjudicación de la obra de construcción del Estadio Municipal de San Antonio, Doctor Olegario Henríquez Escalante. Con pista atlética y capacidad para 5.000 espectadores, prometía convertirse en uno de los recintos más modernos del país.

Tardaría 19 meses en estar terminado, pero el estallido social y la pandemia fueron retrasando su entrega al menos desde 2019. Hoy, a primera vista, parece estar listo para ser usado, pero simplemente no se puede.

Así como el equipo local, San Antonio Unido, tuvo que trasladarse a Quillota para jugar en el Lucio Fariña esta última temporada de la Segunda División, Liliana Plaza, campeona nacional de relevo, relata con tristeza la tragedia que ha significado no poder utilizar el estadio municipal.

[VIDEO] Denuncian retraso en apertura del Estadio de San Antonio

“Me he perdido campeonatos importantes. Tengo un campeonato importante el próximo año y la verdad es que me he perdido todo porque no tengo dónde entrenar”, afirmó.

“Es una impotencia súper grande porque estoy al lado de una pista y me hacen ir a Valparaíso, mis amigos están entrenando allá y es una lata”, agregó.

La deportista lamentó también que hay un “montón de generaciones de niños que quieren hacer deporte y no pueden y los hacen correr en las calles y hacen eventos en la calle. Los niños se lesionan”.

Como un regalo que todavía no se puede abrir, Liliana vive a sólo cinco minutos del estadio. Pero ni ella ni nadie puede entrenar ahí.

Liliana Cancino, vocera de la Mesa Ciudadana en defensa del Estadio de San Antonio, sostiene que “lo dice el MOP, lo dice el Ministerio del Deporte también, este estadio tiene todas las condiciones para ser usado. Es una falta de respeto, es indignante y humillante para todos los deportistas ver este estadio terminado y que haya una traba de nuestro municipio”.

Por su parte, el presidente del club San Antonio Unido, Guillermo Lee, destaca que se trata de un “estadio con características FIFA, incluso debería poder recibir partidos de la selección femenina y cosas por el estilo, y que no está siento utilizado debido a peleas y disputas políticas que se dan entre la municipalidad de San Antonio, entre el Ministerio de Obras Públicas y el Ministerio del Deporte”.

“Implica infringir la ley”: La postura del municipio

La recién asumida alcaldesa de San Antonio, Constanza Lizana, dice que aún existen observaciones presentes en la obra que impedirían su uso. Sin embargo, el Ministerio de Obras Públicas (MOP) responde que éstas podrían ser cubiertas y resueltas por una garantía existente por 1.000 millones de pesos, sin costo para el municipio.

“A pesar de que queramos recibir el estadio, no podemos hacerlo en las condiciones actuales, pues se trata de un proyecto distinto del que se autoriza en el permiso de edificación, lo que además implica infringir la ley general de urbanismo y construcción”, afirmó Lizana.

Por su parte, el director nacional de arquitectura del MOP, Raúl Irarrázabal, indicó que “hay algunas situaciones que pueden faltar, por lo mismo el estadio está garantizado por lo menos por un año para que cualquier eventual falla que pueda tener pueda ser arreglado por el Ministerio de Obras Públicas”.

Desde el municipio sólo indicaron que van a perseguir las responsabilidades de quienes incumplieron los plazos originales de la entrega de este estadio. Mientras, la gente como Liliana o el SAU continúan mirando desde afuera.

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