Anualmente se diagnostican 800 nuevos casos de cáncer de piel en Chile, según el Observatorio del Cáncer. Y en estas vacaciones de verano es común que la exposición de la piel al sol aumente, especialmente, en estas semanas que la temperatura máxima en la capital no baja de los 30 grados, y con índices de radiación ultrvioleta muy altos.
Por eso es necesario proteger la piel para prevenir el desarrollo de este tipo de cáncer, una de las enfermedades más comunes a nivel mundial, pero también una de las más evitables. Su principal factor de riesgo es la exposición prolongada y sin protección a los rayos UV. A pesar de esto, muchas personas desconocen cómo identificar los primeros síntomas que podrían indicar la presencia de esta enfermedad.
Cáncer de piel: Aumento de casos en Chile
En Chile, los casos de cáncer de piel no dejan de aumentar. Según datos del Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS), la tasa de mortalidad por cáncer de piel ha crecido un 40% en los últimos diez años. En 2023, se registraron 560 muertes por esta enfermedad. Ante estas cifras, la prevención y el autoexamen regular de la piel son fundamentales para reducir los riesgos y detectar a tiempo posibles señales de alarma, como cualquier cambio en los lunares o manchas, lo que es clave para un diagnóstico temprano.
A esto se suma que el cuidado debe ser permanente. Incluso, en las mañanas que en muchas ciudades amanecen parcialmente nubladas. Incluso, en la costa, en donde las temperaturas esta semana están oscilando los 22 grados.
¿A qué prestar atención?
Según Katherine Barría, dermatóloga, estética fundadora y directora médica de la Clínica Dermatológica KB, hay cuatro señales principales a las que debemos prestar atención:
- Áreas grandes en tonos café con pintitas más oscuras.
- Lunares que cambian de color, tamaño o que sangran.
- Lesiones pequeñas con bordes irregulares y múltiples colores.
- Lesiones dolorosas que pican, arden o no cicatrizan.
La Dra. Barria comenta que la clave está en la regla ABCDE: “Es vital revisar periódicamente los lunares y manchas en la piel para identificar cambios sospechosos. La regla ABCDE es una guía sencilla para reconocer posibles melanomas. “La 'A' es para la asimetría, es decir, si el lunar no es uniforme, la 'B' se refiere a bordes irregulares, la 'C' es para el color desigual, la 'D' indica que el diámetro es mayor a 1 cm, y la 'E' significa que el lunar está evolucionando. Si se detecta alguna de estas características, es esencial consultar a un dermatólogo".
Uso de protector solar todo el año
La exposición prolongada sin protección a los rayos UV aumenta significativamente el riesgo de desarrollar cáncer de piel, es por esto que la dermatóloga recalca la importancia de protegerse del sol en todo momento: “Es fundamental aplicar protector solar con un factor de protección solar de al menos 50, incluso en días nublados y re-aplicarlo cada dos horas, o después de nadar o sudar, complementarlo con el uso de ropa protectora y evitar la exposición al sol entre las 10 y 17 horas. La exposición al sol no solo ocurre en la playa; todos los días, incluso al caminar o conducir, estamos expuestos a radiación UV”.
Aun así, existen factores que pueden contribuir al desarrollo de esta enfermedad. “Aquellas personas con antecedentes familiares de cáncer de piel, piel clara o muchos lunares en el cuerpo, tienen más probabilidades de desarrollarlo”, explica. En el caso del cáncer no melanoma, la exposición acumulada al sol a lo largo de la vida es determinante, mientras que, para el melanoma, las quemaduras solares antes de los 20 años son un factor de riesgo aún mayor. “Por eso, es fundamental inculcar en los jóvenes la importancia de protegerse contra los rayos UV. Además quienes pasan mucho tiempo al aire libre, ya sea por trabajo o recreación, deben ser especialmente cuidadosos. Cabe destacar que el uso de camas solares y la búsqueda del bronceado representan un alto riesgo”, comenta.